Sobre petróleo: «crudo» futuro para algunos, optimismo para los otros

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[dropcap]E[/dropcap]n cuestión de meses (me atrevería a aproximar desde la ofensiva rusa en Ucrania) la economía de Rusia se ha desplomado. El factor desencadenante: la estrepitosa caída del barril Brent, pasando de los 110$ en el mes de junio a los menos de 60$ de hoy mismo. En consecuencia, la moneda rusa (el rublo) se ha depreciado un 50% respecto al dólar. Es decir, antes del verano (junio 2014) la tasa de cambio entre divisas era de 1$=35RUB. A fecha actual, dicha tasa equivale a 1$=68RUB. Realmente una caída al vacio bajo el pronóstico de no hallar final en el corto-medio plazo. A fin de evitar una masiva fuga de capitales y garantizar la inversión en el país, el BCFR (Banco Central de la Federación Rusa) ha elevado la tasa de interés de la noche a la mañana, pasando de un plumazo del 10,5% al 17%; lo que evidencia un intento a la desesperada de Moscú por estabilizar la maltrecha economía del país. Esta variación en los porcentajes de interés supone que ahora, por cada 100$ invertidos allende los Cárpatos obtendríamos un retorno de 17$, es decir, 6.5$ más que ayer mismo.

cambio dolar rublo

La caída del precio del crudo ha provocado un agujero fiscal descomunal en los presupuestos rusos, enormemente dependientes de la extracción de recursos naturales por su condición de exportador energético. De hecho, el sector petrolífero y del gas natural supone nada menos que en torno al 25% del PIB según el Banco Mundial, y de más del 50% del valor total de sus exportaciones. En buena medida el antecedente lo encontramos en las tensiones surgidas durante los episodios de Siria y Ucrania, donde Vladimir Putin quiso jugar a disputar la hegemonía mundial a los EE.UU. La reacción norteamericana, secundada por los aliados occidentales, fue la explícita imposición de sanciones a la economía rusa (restricción de inversión en el país y limitación a las importaciones rusas).

Sin embargo, desde Washington se diseñaba una estrategia a largo plazo con el objetivo de dinamitar la economía de la Federación y frenar la dependencia frente a sus aliados (Irán, Venezuela). La idea subyace en el masivo incremento de la producción petrolera por parte de EEUU, de modo que se blinda económicamente ante la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) y Moscú. Asistimos entonces al despertar del gigante petrolero americano, hecho palpable en el drástico incremento de su industria extractiva durante los últimos años (más del 70%), sirviéndose del “fracking” como principal herramienta. Dado que el mercado de hidrocarburos tampoco escapa a las leyes fundamentales del mercado; a mayor producción americana (más oferta) y un estancamiento de los requerimientos mundiales de crudo (China ya no crece tan rápido y la UE lo hace muy, muy lento) que mantiene inmóvil la demanda, el precio del barril Brent ha tendido a una constante y pronunciada bajada en los últimos meses.

Así las cosas, el futuro pinta «crudo» para Rusia y sus aliados (Venezuela, Irán), excesivamente subordinados a una exportación petrolífera que cobra un inmenso peso dentro de su PIB. La amenaza de la quiebra de sus economías es en la actualidad una realidad. Quizás el caso venezolano que va unido a la pésima gestión política y social de su gobierno sea el más grave. No obstante, los pronósticos para Moscú y Teherán se alejan mucho de ser halagüeños. Se cierne sobre estos países un futuro incierto, marcado por las previsiones del mantenimiento de los precios Brent actuales durante al menos los próximos dos años. Incluso algunos expertos enfatizan en la posible caída de la cotización del barril hasta mínimos históricos de 50$.petroleo crudo

En el otro lado de la balanza se encuentran las economías tradicionalmente importadoras a nivel energético (petróleo y gas natural). Como caso más significativo se hallan la generalidad de los miembros de la UE, siendo una de las regiones mundiales más beneficiadas por la actual situación. Un precio del crudo tocando fondo puede suponer todo un alivio para sus maltrechas economías: contribuyendo al equilibrio del saldo comercial, favoreciendo la entrada de capitales y volviéndose más competitivas. Más si cabe si lo vinculamos a la reciente depreciación del euro frente al dólar y el recorte de los tipos de interés por parte del BCE (también en mínimos históricos: 0.05%). Los anteriores factores han conducido en una revisión al alza de las previsiones de crecimiento de dichos países.

prevision banco españa

Así por ejemplo, en el caso de España, si el precio del barril Brent se situase en torno a los 68EUR (83$) en el próximo ejercicio 2015, el ahorro sería de 3.360 millones (estimaciones de La Caixa). Y se elevaría a 5.880 millones si la estimación del precio se sitúa en 62EUR (76$). En consecuencia, el crecimiento del PIB para el año que entra podría verse impulsado hasta un 0.8%. De tal modo de daría un salto en las predicciones de crecimiento para la economía española, pasando de la actual proyección del 1.6% a un plausible 2%-2.3%.

Queda claro que, al menos para los que estamos en este lado de la balanza, existen razones para el optimismo. Todo lo opuesto para Rusia y compañía.El futuro dirá.

 

Nota: artículo publicado por el autor en el mes de diciembre de 2014. Algunos de los datos se encuentran desactualizados.