Ahora con la propuesta de los presupuestos sobre la mesa, el gobierno de coalición entre PSOE y Podemos necesita socios para poder llevar adelante su propuesta de presupuestos (a parte de que la UE les dé el visto bueno), pero esa es otra cuestión que aquí no viene a cuento.
Se ha puesto sobre la mesa que Madrid debería poner de nuevo el impuesto de patrimonio, y así armonizar con las demás comunidades autónomas. La gente que lee este artículo pensará que puede ser algo correcto, ya que todos deberían de partir del mismo juego, pero no es así. La competencia fiscal entre comunidades autónomas teniendo las mismas competencias es esencial para el desarrollo de una mejora económica. En palabras de Isabel Díaz Ayuso “si Catalunya quiere armonizar, que lo hagan a la baja, bajando impuestos”.
Pongámonos en el caso de UE, suponiendo que debería de servir de ejemplo, les lanzo una pregunta: ¿Cuál creen que sigue el modelo europeo? ¿Madrid o el resto de España? Piensen un rato la respuesta.
La respuesta correcta es Madrid, ni Alemania, ni Holanda, ni Hungría, ni Polonia, ni Suecia, ni Portugal, ni Francia ni Italia… tienen un impuesto de patrimonio, es decir, los que van en contra corriente son todas las demás comunidades autónomas.
Además del impuesto de donaciones y sucesiones (que sí que lo tienen, pero bonificado al 99% solo para los más directos), también hay muchos países en Europa que no lo tienen como: Luxemburgo, Estonia, Eslovaquia, Suecia, Noruega, Portugal.
Así que no, no hay dumping fiscal en Madrid, porque sino todos los países europeos en este caso estarían haciendo dumping fiscal o serían paraísos fiscales según Sánchez y los suyos. Nadie en su sano juicio iría a la comisión europea a decir que Portugal está haciendo competencia desleal o dumping fiscal a España, porque directamente se lo tomarían a broma.
Lo paradójico es que los independentistas catalanes están arremetiendo contra Madrid por esa supuesta armonización fiscal, cuando lo que quieren es básicamente centralizar, un movimiento que en teoría busca la descentralización en su máxima expresión.
¿Os imagináis un gobierno de derechas dictando lo que tiene que hacer Cataluña con sus competencias? Sería una locura en Cataluña y todos los partidos independentistas saldrían a manifestarse con lemas típicos de “Espanya ens roba”, o cosas similares. Los nacionalistas vascos también se han “sumado al carro” para que Madrid armonice sus impuestos, cosa de nuevo paradójica cuando ellos son los únicos junto a Navarra de tener un concierto económico, eso sí, ambos nacionalismos periféricos no se han quejado de esto último.
Pongamos un sueldo en España, unos 20.000€ al año, en IRPF pagaría en total 2511€ en Cataluña, 2296€ en Madrid y donde menos pagaría sería en Vizcaya, Guipúzcoa y Vitoria (provincias del País Vasco). Además, Cataluña tiene 15 impuestos autonómicos activos, recaudando 1500 millones de euros a la caja común y Madrid solo teniendo 3 impuestos autonómicos y un IRPF más bajo aporta 4100 millones de euros a la caja común, es decir, Madrid aporta el 70%, Cataluña menos de la mitad y Navarra y el País Vasco no aportan. Algo que se resumen en: + Impuestos ≠ + Recaudación.
Pero Ayuso ya avisa, según sus propias palabras: “seré su peor pesadilla política para los que intenten romper España, robarle a los madrileños su recaudación o de robar el derecho constitucional a los niños en hablar en su lengua materna”
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