Para comenzar, creo, será preciso realizar una concreción que permita aproximar más detalladamente lo qué es una ideología. De acuerdo con la definición de la RAE, se trata de un conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona, colectividad o época, de un movimiento cultural, religioso o político. Y más específicamente en el terreno de la política, refiere al ideario y suma de valores en torno a su propio ámbito, y por extensión, la sociedad. Pues bien, concretado esto, de ideologías y etiquetas ideológicas irá el asunto.

El Centro de Estudios Sociológicos (CIS), a través de sus barómetros viene constatando periódicamente, entre otras, la definición ideológica de los españoles (la extensión de la muestra) en base a la pregunta: ¿Cómo se definiría usted en política según la siguiente clasificación? Las posibles respuestas son una serie de ideologías o etiquetas ideológicas que los encuestados suscriben y que ocupan más o menos la totalidad del espectro izquierda-derecha.

Son las siguientes: conservador, democristiano, liberal, progresista, socialdemócrata, socialista y comunista. A mayores de las citadas, se incluyen también el nacionalismo, el feminismo y el ecologismo. Me gustaría de igual modo, aproximar brevemente por que se caracteriza cada una de las anteriores, si bien en algunos casos, resulta ya meridianamente claro. Por otro lado, también procederé a catalogarlas como propias de la izquierda o la derecha. No obstante, tal como ocurre con el nacionalismo, se produce con algunas que no son susceptibles de ser enmarcadas dentro de este rango, o al menos no tan concluyentemente.

En el segmento de la derecha política se encuadran las etiquetas conservadoras, democristianas y liberales. El conservadurismo es una doctrina política cuyos partidarios abogan por la permanencia de la tradición, la defensa de los valores familiares y religiosos; mostrándose contrarios a giros sociales y económicos drásticos. La democracia cristiana es un movimiento inspirado en valores religiosos, que coloca a la figura del hombre como el centro en torno al cual gira la vida social, económica y política; y que suele incluirse dentro del espacio del centro político, más tendiente hacia la derecha. Por su parte, el liberalismo resulta una ideología basada en la defensa de las libertades y propiedad del individuo, tanto a nivel económico como social, por encima del colectivo.

En el espacio de la izquierda política enmarcaríamos las etiquetas progresistas, socialdemócratas, socialistas y comunistas. El progresismo es una doctrina política de centro-izquierda cuyo estandarte fundamental es el progreso de la sociedad y del sujeto, para lo cual plantea el reformismo de los sistemas, así como el imperio del pragmatismo. La socialdemocracia basa sus idearios en la vertebración del Estado de Bienestar a fin de alcanzar la equidad y justicia social, configurándose como una evolución a medio camino entre el progresismo y el socialismo. Por su parte, el socialismo resulta un término mucho más extenso que los anteriores (incluso pudiéndolos abarcar) y que en líneas generales está caracterizado por la defensa del colectivismo, el bien común y la igualdad social; si bien es cierto que implica un amplio segmento del espectro ideológico. Por último, el comunismo vendría a ser la versión extremada del socialismo, fundamentado en una fuerte planificación colectiva por parte del Estado, la supresión de la propiedad privada y la desintegración de las clases sociales.

A mayores de las anteriores, incluía el CIS en sus estudios las etiquetas nacionalista, feministas y ecologistas. En el caso del nacionalismo, basado en el principio de nacionalidad, podría ser tanto de derechas como de izquierdas. El feminismo y ecologismo resultan prioritariamente movimientos sociales y culturales que por extensión tienen incidencia como valores políticos. Creo por lo tanto, que se tratan más de ideas que de ideologías, es decir, no etiquetas ideológicas en sí, sino elementos integrantes de las mismas. De cualquier modo, ambas se insertan más típicamente dentro del segmento de la izquierda.

Una vez aclarado lo anterior, me gustaría pensar que en el momento en el que el CIS plantea la elección de una u otra ideología, los encuestados tienen de forma meridianamente clara qué significa y representa cada una. Y aún en este supuesto ideal, difícil sería enmarcarse tajantemente dentro de una sin gustar de nada de las demás. O que no hubiese ningún aspecto de la propia de los que el individuo se desmarcase. Es por ello que sería preciso una doble definición o etiquetado*, en tanto que permitiese profundizar más en la concreción ideológica (por ejemplo: liberal-progresista, liberal-conservador, social-progresista…).

Finalmente, dos son las preguntas que subyacen. Por un lado… ¿Dentro de cuál o cuáles etiquetas ideológicas se encuentras mayormente identificados los españoles? Y realizando un análisis en el tiempo… ¿Ha cambiado significativamente el número de fieles a estas etiquetas en los últimos años?

Con la intención de dar respuesta, he elaborado un gráfico** que representa (en términos porcentuales) que cantidad de gente simpatiza con unas y otras. Se trata de una tendencia evolutiva, que abarca desde el año 2008 hasta la actualidad; justo coincidiendo con los inicios y transcurso de la actual crisis económica. En consecuencia, esto vuelve a plantear más preguntas…De acorde a las etiquetas ideológicas, ¿Son los españoles más de izquierdas después de los años de crisis? ¿O por el contrario son más de derechas?

Y si bien la crisis no tendría por qué ser una condición única ni suficiente… ¿Qué grado de influencia ha tenido en la evolución de las afinidades ideológicas? Para esta última cuestión, me temo, no tengo respuesta.

*No obstante, a la pregunta ¿Cómo se definiría usted en política según la siguiente clasificación?, el CIS plantea una segunda pregunta: ¿Y con alguna más?; por lo que se permite un mayor grado de concreción.

**En el gráfico observaréis que las líneas de evolución de las etiquetas «progresista» y «feminista» inician su recorrido más tardíamente. Esto debido a que en los barómetros del CIS no fueron incluidas hasta la fecha que marca el gráfico. Podría ser también una posible explicación a la tendencia a la baja de algunas otras etiquetas, tal es el caso de «socialista». 

 


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