Imagínate por un momento que fueras a jugar un partido y que tu rival ya te avisará antes de empezar de que no aceptará el resultado sea cual sea. ¿Qué mal rollo no? Pensarás… o juegas o no juegas pero hacerlo así… Pues esa es la postura que los ‘comúns’ han tomado en cuanto a la celebración del referéndum.
Agárrate que vienen curvas. En un texto publicado por la ejecutiva de Catalunya en Comú, Ada Colau, Xavier Doménech y compañía dicen que apoyarán la “movilización” del 1 de octubre pero que no harán un llamamiento a la participación puesto que no consideran que sea un referéndum con garantías, por lo que tampoco verán el resultado como vinculante.
Alguien dijo alguna vez que el sentido común en esta sociedad postmoderna es el sentido menos común. La posición entre dos orillas que ha tomado Catalunya en Comú es un acto de cobardía y una muestra de inseguridad. En el tira y afloja entre Govern y Gobierno, los ‘comúns’ no es que no se coloquen como mediadores sino que se mantienen al margen a la espera de posicionarse en el bando ganador.
Pero esto no es todo. En la reunión en la que se debatió la postura que debían tomar la formación respecto al referéndum, se impuso por 85 votos a 29 la propuesta de la dirección (casualidades de la vida), que consiste en apoyar el 1 de octubre como una “jornada de movilización en favor del derecho a decidir”, pero no como un referéndum vinculante. Es decir, algo así como votar para decidir si podemos votar. No sé tú, pero yo esto ya lo he vivido.
¿Cuál es mi cámara? ¿Esa?. Queridos señores pertenecientes a lo que llamamos homogeniamente ‘comúns’, si están a favor del derecho a decidir, en el referéndum podrán ver como muchos ejercerlo. No hay nadie al otro lado con el que dialogar por lo que la desobediencia en favor de desencallar un bloqueo político en Cataluña poniendo una urna es la mejor opción. Solo la alta participación y la pluralidad de los votantes podrán dar las garantías necesarias para que el resultado pueda ser vinculante. Si no están a favor del derecho a decidir en los términos que los independentistas se han visto obligados a ejercer, por favor, coloquénse a la verita del PSC y pregunténles qué es eso de la tercera vía y cómo se hace. Alomejor así se den sentido con alguna postura que no sea la ambigüedad común con la que nos tienen acostumbrados.
