El aborto es uno de esos primeros y polémicos debates que surgen entre los jóvenes. Es normal que todos opinen sobre el tema sin haberse informado previamente y suelten los 2 argumentos simples que han oído, por lo que esa conversación crees haberla escuchado antes.
Por un lado está la cada vez más extendida postura proabortista, que defiende la libertad de elección de las mujeres para poder abortar libremente siempre que quieran, alejadas del conservadurismo tradicional (y digo tradicional porque actualmente también existe el conservadurismo de izquierdas, abolicionista con la prostitución, y la pornografía y prohibicionista con la gestación subrogada y las drogas), que por otro lado piensan que no le corresponde a cada mujer decidir sobre la vida de su futuro hijo, ya que no es su vida.
Los proabortistas responden a esto diciendo que, si les corresponde decidir a las mujeres, ya que son las personas más autorizadas, actuando como representantes legales del nasciturus, ya que este no puede decidir si quiere o no nacer.
Esto no convence a los conservadores de derechas, quienes pretender imponer su idea del aborto (totalmente respetable) a los demás. Niegan el derecho a elegir a la futura madre, sin embargo, ceden ese derecho al político de turno (siempre y cuando sea contrario al aborto).
Como decía San Agustín, la libertad implica responsabilidad. Es por eso que “no todo vale”. No se puede permitir el aborto por evicción en estadios muy avanzados del feto. La actual ley (Ley Orgánica 2/2010) permite abortar de forma libre en un plazo máximo de 14 semanas, tiempo suficiente para que la madre haya meditado y decidido sobre si tener el hijo o no tenerlo. Además, la ley aprobada por José Luis Rodríguez Zapatero obliga a informar a las mujeres sobre sus derechos como madre; ayudas públicas y subvenciones que recibirían, etc. No se puede retroceder en este asunto, como pretende el líder del partido popular Pablo Casado, quien aboga por volver a la ley de 1985.
Más allá de entrar en debates (que corresponden a los científicos) sobre si el aborto es o no un asesinato, me gustaría destacar que abortar no es bueno o malo, simplemente es una decisión de cada mujer: cada mujer tendrá sus razones, unas decidirán abortar, otras no, y ambas decisiones deberán ser respetadas, ya que ante todo prevalece la libertad de elección.