Los portales de anuncios clasificados se han convertido en verdaderos mercados en los que tanto oferentes como demandantes pueden llegar a acuerdos por todo tipo de productos, desde inmuebles hasta empleo. Sin embargo, el miedo que hay tras el proceso de pago ha abortado muchas operaciones entre ambos, y es que los amigos de lo ajeno han visto en internet una oportunidad única para estafar y engañar al comprador de turno.
La última reforma del Código Penal introdujo la tipificación de los Delitos Leves para aquellas cuantías inferiores a 400 euros. Así, este tipo de actos quedarían enmarcados como tales y arrojaría un poco de confianza a estos ‘tratos’. Pero, ¿funciona?.
El anuncio
El pasado mes de Octubre, en una de mis habituales búsquedas por internet, me encontré con un anuncio en el que se vendía una moto en la provincia de Tarragona.
Tras contactar con el vendedor por teléfono, llegamos al siguiente acuerdo:
Yo debía transferirle la cantidad de 100 euros en concepto de reserva por la moto y él me la enviaría por un amigo transportista. El resto del pago se abonaría al recibir la scooter.
La espera
El vendedor me comunicó que en 20 días me llegaría la moto, por lo que mi parte sólo era la de esperar. Al ver que la moto no llegaba, volví a contactar con el vendedor, sin éxito, puesto que tanto la línea de teléfono como su perfil de Whatsapp habían desaparecido.
La denuncia
Al día siguiente, cogí el resguardo de la transferencia, las conversaciones, fotos y audios de Whatsapp y me dirigí a la Guardia Civil a interponer la correspondiente denuncia. Alli, todo fue muy rápido, solamente debes relatar tu versión y esperar.
El banco
Como se trata de una transferencia bancaria, el hecho de haber interpuesto una denuncia ante la Guardia Civil puede ayudar a recuperar el importe transferido, siempre que estés en plazo. En mi caso ya había pasado casi un mes desde la transferencia, por lo que era inútil solicitarlo, sólo quedaba la vía judicial.
Citación y juicio
Ya en febrero, me llegó la primera citación judicial, asi que me personé en el Juzgado para declarar. Fue un viaje en balde, puesto que la otra parte había presentado escrito consiguiendo que se aplazase el juicio hasta el mes de marzo.
En marzo sí se celebró, cada parte tuvo que declarar desde su localidad, me sorprendieron algunas de las preguntas del juez hacia mi, como: ¿Usted se ha asegurado de que la cuenta bancaria pertenecía al denunciado?.
Sentencia
La sentencia llegó unos 15 días después de la celebración del juicio, la he escaneado y omitido los detalles que vulneran la protección de datos. Leela toda.
¿Qué te ha parecido? Del juez sonsaco que yo he transferido 100 euros a una cuenta aleatoria, he puesto el nombre del beneficiario que me apeteció y que la otra persona, de la cual yo tengo copia de todos sus datos, tengo audios con su voz completamente reconocible, y no sirve para absolutamente nada. El problema ya no es el dinero, el problema es que estas prácticas puedan realizarse ante la impunidad de sentencias como esta.
Así que, si vas a comprar por internet, espero que esto te haya servido de algo.