Las encuestas no sonreían demasiado a C’s en sus opciones de entrar en los parlamentos autonómicos de Galicia y el País Vasco, y esta vez no fallaron. El partido naranja no tendrá representación en ninguno de los dos parlamentos.
En este artículo pretendo hacer un análisis de por qué C’s no ha entrado en ninguna cámara regional. En Galicia creo que la causa es el centrismo, dentro de una autonomía que ha polarizado el discurso derecha-izquierda; además del éxito de Feijóo. Por su parte, en el País Vasco, el centralismo de C’s ha castigado sus opciones electorales. Y tampoco ha sabido atraer a los no nacionalistas, que siguen depositando la papeleta de Elkarrekin Podemos, PSOE, PP o se abstienen.
Galicia: centrismo y fortaleza del PP
En la autonomía gallega, a la luz de los resultados electorales, y como ya decían las encuestas, no había lugar para el centro político. Se iba a votar (y así ha sido) a la derecha o a la izquierda. Los propios votantes de C’s (en las generales) dudaban entre este partido, PP y PSOE como los principales destinos de su voto.
Por otro lado, C’s es un partido que allá donde ha conseguido buenos resultados, sus votos provenían en mayor medida del desencanto hacia el PP. En Galicia no ha ocurrido nada de eso y el PP ha afianzado su mayoría absoluta, cerrando un posible nido de votos hacia C’s.
Otro dato interesante es que los votantes de C’s en Galicia ven con buenos ojos al PP, en mayor medida que incluso a C’s. Según el CIS, en voto + simpatía, los votantes de C’s escogían al PP en un 33.6%, mientras que elegían a C’s en un 28.4%. Si algo queda claro viendo estos datos es que C’s, que se ha nutrido de votantes del PP (y del PSOE) en anteriores elecciones, en Galicia no lo ha conseguido.
Siguiendo con el CIS, otra pregunta que nos refleja la simpatía de los votantes de C’s hacia el PP es la relacionada con la posibilidad de votar o no a dicho partido, siendo 0 “con toda seguridad, no lo votaría nunca” y 10 “con toda seguridad, lo votaría siempre”. Aquellos que votaron a C’s en las generales, puntúan un 5.41 hacia el PP, mucho más que el resto de votantes. Por su lado, los votantes del PP puntúan solo un 4.3 a C’s.
El PP ha conseguido aumentar el número de votos y los mismos escaños (41, mayoría absoluta). C’s, por su parte, no ha logrado escaños. La causa: el centro político no ha tenido cabida en esta ocasión, en buena medida porque el PP ha reforzado su posición y el electorado de izquierdas no iba a votar a C’s, como demuestran los resultados.
País Vasco: centralismo no es buena estrategia electoral
En la autonomía vasca, el problema para C’s ha sido su centralismo. El País Vasco es una autonomía con una sociedad que se siente cómoda en el autogobierno, en la que un discurso como el de C’s no tiene cabida.
Son dos cuestiones básicas las que hacen que C’s no sea atractivo en el País Vasco. Una es su postura sobre el concierto económico vasco. La otra, las diputaciones. Dichas cuestiones son muy respetadas por la sociedad vasca y todo partido que quiera tener éxito debe respetarlas. C’s, nada más y nada menos, quiere eliminar tanto el concierto económico como las diputaciones, haciendo muy difícil que sea una opción política a tener en cuenta en esta comunidad autónoma.
El Euskobarómetro de mayo de 2015 preguntaba por el acuerdo o desacuerdo con quienes proponen la sustitución del sistema de concierto por el modelo de financiación autonómica común, obteniendo un claro rechazo mayoritario (58%), tanto entre nacionalistas (71%) como no nacionalistas (49%).
Por otro lado, el electorado no nacionalista ya está en manos de Elkarrekin Podemos, PP y PSOE, por lo que C’s tiene poco que atraer, también en esta ocasión.
Algo común: candidatos poco conocidos
Hay otro factor que ayuda a los malos resultados cosechados por C’s en Galicia y el País Vasco: los candidatos no eran conocidos. Según el CIS, la candidata por Galicia (Cristina Losada) era desconocida por el 68.1%; incluso entre los propios votantes de C’s (62%). Lo mismo ha ocurrido con el candidato del País Vasco, Nicolás de Miguel, desconocido por el electorado vasco en un 84%; y un 81.3% entre los propios votantes de su partido.
Por tanto, estos son los problemas que auguraban malos resultados para C’s en estas elecciones, como así ha ocurrido. Centrismo en Galicia sin poder atraer a electorado del PP. Centralismo en el País Vasco, una sociedad que no ve con malos ojos el autogobierno. Si a eso le añades unos candidatos que no son conocidos, tienes el resultado: 0 escaños en ambos parlamentos.