Con el 27-S realmente próximo, los partidos políticos, ahora sí, han tomado estas elecciones como la prueba de fuego para determinar la voluntad de los ciudadanos catalanes, aunque estamos seguros que los más conservadores guardan el as bajo la manga. Cada uno ha defendido sus posturas pero estos ciudadanos que vuelven a manifestarse ya las han tenido drásticamente tomadas desde los últimos años.
La cuestión que surge y los partidos han de preguntarse, es el cómo han llegado los ciudadanos a tener la voluntad de separarse de la comunidad española. La imagen de familias, de abuelos, hijos y nietos caminando por Barcelona acompañados de multitud con senyeras es el factor para entender y atajar el problema, es la mejor manera de impulsar de manera ideológica el independentismo.
Los abuelos de estas familias en gran parte nacieron en época de posguerra, momento en el que la cultura catalana fue reducida al ámbito más familiar y personal de estas familias siendo apartado de la administración y del ámbito público. Uno de los pilares básicos, que finalmente supuso una bala en la recamara y ante la situación de volver a sentirse ofendidos, saldrían y han salido a defender su cultura. Por otro lado tenemos que sus descendientes, en un ambiente de transición se pudieron sentir más o menos cómodos con la recuperación de la autonomía y reconocimiento de la cultura y lengua, no ha existido una continuidad en el tiempo de este apoyo a la cultura catalana desde Madrid y se ha extendido un anti catalanismo en el resto de España por la política corrosiva en materia de interior de los últimos 8 años, que ha supuesto que los nietos tengan la misma desafección a una nación, que carece de identidad propia, dentro de un clima social más revoloteado por la crisis económica y animado por la crisis política de hace 3 años, precedida del movimiento 15M han dado alas al movimiento independentista. Cabe recordar que el propio Artur Mas, hace 13 años no veía un proceso posible que ahora si lo es.
Barcelona ha sido y es uno de los mayores centros neurálgicos de España. Pionera en industrialización, bien comunicada estratégicamente con la zona mediterránea, alto índice de turistas… Sin duda una gran pérdida en caso de separación, y es por eso que hay que darle la importancia que merece a que más del 50% de la población residente pueda apoyar una separación.
Los españoles, en términos políticos queremos convencer al resto por la imposición ideológica. Como precedente esta las reformas educativas, los recientes cambios de calle, manifestaciones anti taurinas y con la cuestión catalana. Para evitar esto hay que parar de hacer política de ideología y antes que nada, dotar a los poderes de independencia total y absoluta. Así es como se hace política, con un estado imparcial y orientando, según el partido que gobierne, hacia un lado o hacia el otro.
Es natural que el más listo de la clase quiera estar con los mayores, lo que no sabe es que entre los mayores será el más vulnerable de los rezagados.
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