La presidenta del partido político derechista Vox, Inma Sequi, ha sido víctima de una agresión a escasos metros de su vivienda. Patadas, puñetazos y tirones al grito de “fascista de los cojones” no consiguieron amedrantar a la joven política, quien ha asegurado que no tiene miedo y seguirá defendiendo en lo que cree.

Desde su propio partido, han afirmado que este tipo de actuaciones son “intorables en un país democrático en el que siguen atizando de odio a los españoles”. Por su parte, el portavoz del Partido Popular, Rafael Hernando, sentenciaba que “estas cosas no deben producirse jamás y me preocupa que haya signos de intolerancia política y social en nuestro país. Algunos que han favorecido los discursos violentos deberían reflexionar sobre las consecuencias de sus palabras”. Otro miembro de este partido, Fernández Díaz, ha calificado la situación de “atentado”. Uno de los partidos de la oposición, el Partido Socialista Obrero Español, más conocido como PSOE, comunicó que, “de tratarse de una agresión por cuestiones políticas, hay que decir basta ya”. Por último, el partido liderado por Pablo Iglesias, Podemos, expuso en el consistorio que “las diferencias políticas, por muy profundas que sean, no pueden ser excusa para la agresión física”

Sospechoso también ha sido el espacio que le ha dedicado cada periódico a esta noticia. Así, el diario Público le dedicaba seis párrafos con tres líneas cada uno; libertad digital alrededor de diez párrafos extensos; El mundo se posiciona mediante ocho párrafos y el periódico ABC le resulta suficientes ocho párrafos.

En lo que se refiere al artículo, hasta aquí he expuesto los datos objetivos, es decir, aquellos que no configuran una opinión susceptible a emociones o sentimientos, pero, considerando la reflexión como un ejercicio necesario en la ciudadanía, compartiré con vosotros mis consideraciones.

Para empezar, analizaré las declaraciones de la víctima (porque sí, es víctima, a pesar de lo que muchos se atreven a decir por las Redes Sociales) nada más salir de hospital donde ha sido atendida.
“Me agredieron por defender lo que nadie se atreve a defender” fueron las palabras que, después del relato de su apaleamiento, más me impresionaron. Quiero decir que, está bien reconocerle el mérito a esta joven política por, a pesar de lo ocurrido, no abandonar su vocación pública, pero, de ahí a auto proclamarse LA DEFONSORA, creo percibir cierto deseo de oportunismo. Como digo muchas veces, en diversas ocasiones no me gusta tener razón, pues, según he ido leyendo su entrevista, aprovechaba su momento para realizar una campaña política a VOX, hablar de sus ideales… etc. No, Inma, así pierdes credibilidad. Lo que te ha sucedido ya es suficiente para alzar la voz contra la intolerancia ideológica; no utilices símbolos (que, por otra parte, es lo que criticáis de la izquierda) divisorios. De nuevo, espero equivocarme y, así, no ver a Inma Sequi como el próximo “eslogan” de este partido derechista.

El mandatario de VOX ha declarado, como hemos visto antes, que en este país se sigue atizando de odio a los españoles. Me pregunto si, antes de dirigir estas palabras, ha cavilado más de dos segundos sobre ellas. Soplarle al fuego del odio también es cuando, en vuestro manifiesto, afirmáis que “la posibilidad de realizar un aborto supone la pérdida de unos valores morales”.

Y, ahora, nos topamos con las palabras de Fernández Díaz. Para este señor, el trágico suceso que ha tenido que vivir Inma Sequi se podría calificar de atentado. De acuerdo, aceptemos ese término. Entonces, señor Ministro, ¿Qué término escogemos para la Ley Mordaza?

Lo cierto es que, si debo explicar quién ha faltado al circunloquio de declaraciones, diré que muchos de los colectivos feministas han fallado. El “nos están matando” también es aplicable a Inma Sequi.

Para finalizar, me gustaría detenerme en la reacción de Podemos y en la de su máximo dirigente Pablo Iglesias. Es cierto que su partido político establecido en Cuenca ha emitido el comunicado expuesto al principio de este artículo, pero, ¿y Pablo Iglesias? Ulo? Más allá de informarnos de que ha dedicado el verano a leer y a ver películas, no hemos visto ningún comentario en su cuenta de la red social del “pajarito”. Me pregunto qué hubiese tuiteado si Inma Sequi perteneciera a uno de sus círculos. Creo no equivocarme cuando digo que escucharíamos frases tipo “El Estado opresor permite ataques contra la pluralidad política, siendo cómplice de las élites económicas para callarnos” ¿Algo así? Puede ser y, sin embargo, parece que no lo ha contemplado en esta ocasión.

La hipocresía exterior, siendo pecado en lo moral, es grande virtud política.

 


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