[dropcap]L[/dropcap]as cifras mensuales del paro y del número de cotizantes en la seguridad social son datos que se publican cada mes y que no pasan desapercibidos por nadie. En año electoral estos datos, negativos o positivos, son una baza tanto para el Gobierno como para la oposición dentro de sus campañas, ya que los emplean para “mejorar” su imagen o empobrecer la del rival. Al margen queda lo que verdaderamente reflejan.
Las noticias en el mes de marzo son mejores, la cifra ha disminuido en 60.214 personas desempleadas menos lo que no quiere decir que el paro vaya a terminar pronto, pero si que algo está cambiando. No obstante, la creación de empleo sigue siendo precaria, con salarios reducidos y contratos temporales que en muchos casos no suponen una situación ideal para muchas familias que siguen sin poder llegar a fin de mes.
Otro tema a destacar es la disminución de los parados que reciben prestación y la reducción de la misma. Esto es un hecho preocupante, muchos hogares dependen de estos ingresos y deberán afrontar muchas dificultades económicas al finalizar estas ayudas. Por otro lado está el paro juvenil, la cifra ha aumentado este mes de marzo en 3.300 personas, los jóvenes encuentran muchas trabas para encontrar empleo compaginarlo con sus estudios y poder costearlos.
Nos quieren vender una España recuperada, en crecimiento y competitiva. Quizá en los mercados las cosas hayan mejorado, pero siguen existiendo grandes diferencias sociales, económicas, laborales. Se siguen llevando a cabo desahucios a diario, manifestaciones, protestas, por una educación digna, una sanidad de calidad, empleos estables, y así una lista eterna de asignaturas pendientes que el Gobierno aún no ha aprobado.
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