[dropcap]E[/dropcap]l pasado viernes el Consejo de Ministros aprovecho su reunión para aprobar un simple cambio semántico. A partir de ahora en lugar de referirnos a un imputado en un caso judicial lo correcto será denominarlo investigado. Este cambio está introducido dentro de su Proyecto de Ley de Enjuiciamiento Criminal (LeCrim) por el que además se ven modificados plazos de instrucción entre otras medidas, de las cuales la ciudadanía e incluso el cuerpo judicial, me atrevo aventurar, poco o nada conocen.
Este es sin duda otro de los logros que se le pueden atribuir a la magnífica gestión y administración del Gobierno popular. Y es que, obviamente, suena mucho mejor para sus votantes investigado que imputado, donde va a parar. Claro está que el cambio implica mucho más dado que al imputado se le atribuye participación en un delito, mientras que ser investigado es un término más amplio y ambiguo, pero que consigue eliminar esas connotaciones tan negativas, que es lo que pretendían.
No obstante, el Partido Popular nuevamente deja clara sus prioridades e intereses y en lugar de dar explicaciones a sus votantes, esos que tanto les legitiman, y a todos los españoles de sus trampas, sus casos y sus investigados, prefieren preocuparse por su imagen pública.
Este intento de lavado de viene justo cuando comienza la fuerte campaña por las elecciones autonómicas que serán la primera prueba de fuego antes de las generales. Tanto miedo tienen que todo será poco para conseguir que esos votantes acérrimos sigan siéndolo y no les abandonen. Veremos si todo ello les funciona para luchar contra aquellos que tanto odian y amenazan con arrebatarles su poder, sus privilegios y su dinero.
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