Una de las preguntas que más resuenan por las calles de Cataluña es la que concierne al dinero. ¿Cómo será la economía de un hipotético país catalán?. La mayoría de los entrevistados en medios de comunicación, sobretodo estudiantes, lanzaron un mensaje al unísono: Espanya ens roba.

Cataluña es una comunidad muy rica, es cierto, con un población superior a los 7 millones de habitantes se sitúa como la región española que mayor Producto Interior Bruto (PIB) genera. Pero Cataluña no es rica porque sus habitantes hayan sido más inteligentes o hábiles que sus compatriotas españoles, es importante saber cómo era la Cataluña del Siglo XVIII para conocer a la actual.

ANTECEDENTES

Con una España dedicada a la agricultura ineficiente, Galicia se aproximaba a los 5 millones de habitantes (actualmente tiene 2 millones) y su industria del lino era la encargada del desarrollo económico de los gallegos. Sin embargo fueron decisiones políticas las que hicieron que la corriente cambiase en aras de explotar el mercado mediterráneo.

Cataluña, con una calidad agraria inexistente, comenzó a explotar el producto sustitutivo, el algodón, en consonancia con las potencias europeas. Ante la imposibilidad de competir con el Reino Unido (algodón de mayor calidad y más barato), la Corona impuso aranceles para proteger al producto catalán y centró sus esfuerzos en contribuir al crecimiento económico de la nueva industria.

La industrialización del Reino Unido llegó de manera tardía al conjunto de España, sin embargo los empresarios catalanes pudieron mantener el ritmo europeo gracias a la capacidad de ahorro generada por el conjunto del paupérrimo comercio español.
Esta pequeña Revolución Industrial Catalana, se consagró cuando las corrientes europeas apostaron por el agua en lugar del carbón como fuente de energía. Así se comenzaron a desarrollar las comarcas de El Barcelonés, Garraf y Maresme.
Además hubo otra serie de inversiones, como por ejemplo la primera línea de ferrocarril en España (Mataró-Barcelona) que respondió a las necesidades de una creciente industria.

ACTUALIDAD

Si algo es objetivo en economía es que, en términos monetarios, si vendes más de lo que compras, tu balanza comercial será positiva y generarás riqueza.
La Generalitat publicó en su momento un informe en el que analiza la viabilidad económica sobre una Cataluña Independiente dejando la mayoría de las cuestiones, como es lógico, a suposiciones. Y dudando sobre el efecto frontera y el boicot comercial.

Cataluña es una economía abierta, y pese a que recientemente su comercio se ha ido orientando más al marco europeo, el mercado español continúa dando beneficios al empresariado catalán.

Veamos la siguiente tabla:

Millones de Euros Exportaciones Importaciones Saldo Comercial
UE 42.878 46.697 -3.819
Resto de España 38.802 20.903 +17.899
Resto del Mundo 22.282 31.651 -9.369

El saldo positivo de la Balanza Comercial Catalana depende íntegramente de sus relaciones comerciales con España. En la Unión Europea, de momento, el comercio catalán está siendo deficitario con casi 4.000 millones de euros de déficit en 2016. A nivel del resto del mundo (América, Japón, China…) el déficit es todavía mayor, sobrepasando los 9.000 millones de euros.
Por tanto, Cataluña gasta más comprando en el mercado internacional de lo que ingresa vendiendo.

Pero con España, la cosa cambia:

Aquí están los porcentajes ofrecidos por C-intereg en su último informe, con apoyo de varios gobiernos autonómicos, incluido la Generalitat.

El 50% de las ventas al resto de España, van dirigidas a Aragón, Comunidad Valenciana y Madrid. La economía catalana adquiere también el 50% de sus compras de 3 Comunidades Autónomas, principalmente de Madrid, Aragón y Andalucía.

CIFRAS

Bien, es cierto que con porcentajes o cantidades totales haya lectores que no sepan cuantificar el tamaño de cada agente. Para simplificarlo podemos tomar en consideración las cifras directas entre las principales regiones que interaccionan con Cataluña y los países que más contribuyen a su economía.

En las exportaciones, el país al que Cataluña más le vendió en 2016 fue Francia, con un importe que asciende a 10.400 millones, eso sin contar Aragón, que con 10.600 millones es el territorio al que más venta destina Cataluña.

En el mismo sentido, la Comunidad Valenciana con 4.900 millones, supera a Portugal o Reino Unido, con 4.300 y 3.900 millones respectivamente.

En el campo de las importaciones, es Alemania el país al que Cataluña más le compra, con 14.500 millones, pero es aquí cuando buceando en el mercado español vemos que la Comunidad a la que Cataluña más compra es Madrid con tan solo 3.804 millones.

Asi es como una Cataluña no competitiva en Europa según el Índice de Competitividad Regional sumada a una Balanza comercial deficitaria sin España y ligada a los problemas propios de una moneda distinta del euro, tendrá que lidiar con muchos obstáculos para conseguir ser solvente.

1 COMENTARIO

  1. Interesante artículo. Es bueno recordar el pasado y el presente para imaginar el futuro. Varias puntualizaciones: Cataluña tiene una geografía mejor que la gallega para la agricultura, (todo colinas en Galicia, otra cuestión es la ganadería, o si otras partes de españa tenían mejor terreno para la agricultura que Galicia o Cataluña. Por otro lado, los aranceles a la importación de algodón o de telas no eran los únicos que se apliaban en España (el trigo, por ejemplo tb era subvencionado).

    Sería bueno también saber como era la estructura de comercio e industria en España antes de los aranceles para saber exatamente si ya había algún hecho diferencial. Recuerda además que la industrialización del mar gallego vino acompañada de empresarios catalanes.

    En cuanto al comercio exterior catalán en la actualidad: el comercio tiende a hacerse con las regiones más próximas eso no es novedad. Un boicot europeo a Cataluña afectará a su economía, sin lugar a dudas. Sin embargo, desconozco cuál sería el poder de España para frenar un tratado de libre comercio con Cataluña, y tampoco tengo claro que la mayoría de los españoles quiera boicotear a Cataluña (pese al odio a Cataluña expresado en los últimos días.

    De todos modos, e independientemente de como quede resuelto el tema de los tratados de comercio, es muy importante resaltar que el comercio no sólo es positivo (en términos de produtividad) cuando se dan un superavit en la balanza exterior, cuando se habla de comercio, se habla no sólo de los mercados a los que tus empresas tendrán acceso, sino también del ahorro de los consumidores a la hora de comprar productos y, mucho más en nuestros tiempos, de la obtención de mercancías intermedias más baratas, que muchas veces se obvia en las discusiones sobre comercio, y son clave en el funcionamiento de la industria hoy en día.

    En relación a esto útimo se puede anotar que, si bien cataluña puede perder mercado de exportación en España, podría obtener un gran mercado con tratados de libre comercio bilaterales con estados de fuera de la UE, especialmente en el Mediterráneo.

    Hay además varias cuestiones que quedan al alcance de Cataluña. Cataluña podría mantener el euro, lo malo es que perdería poder de decisión monetario y la financiación del BCE. (Muchos economistas austríacos verían con muy buenos ojos una industria con bancos con menor riesgo moral, los bancos actuales puede que no tanto). Además, en caso de que la UE le hiciera una guerra comercial, lo lógico es que Cataluña respondiese con otras medidas… por ejemplo, secreto bancario, regulación laxa para el juego y sobretodo… un impuesto de sociedades atractivo…

    En una foto fija, Cataluña depende de España porque tiene unos lazos y unas leyes que favorecen dicha dependencia. Pero lo que define la prosperidad de una economía al fin y al cabo, son sus instituciones, tanto legislativas, como incluso sociales. Si Cataluña las tiene o tendrá… ése es otro debate…

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