La izquierda tiene un problema. Que gobierna la derecha. A partir de aquí empieza a dar tumbos, la falta de poder atrae los nervios y como si de fútbol se tratara empezamos a cambiar de entrenadores en busca de una victoria que no llega. Los proyectos deben asentarse, y darles un recorrido, es cierto que no ayuda que el Partido Popular se vuelve socialdemócrata y a tu izquierda resurja el comunismo. Tu espectro sociológico se reduce pulgada a pulgada. Siguiendo con el símil futbolístico, siempre ayuda que el entrenador conozca el club (el partido), pero no tanto como para solo conocer ese club. Se tendrá en cuenta que haya gestionado algo, a poder ser que no lo haya quebrado. Valdría como una copa de Europa, que la izquierda que prima más la igualdad que la derecha, mantuviese un discurso igualitario entre españoles, alejándose del nacionalismo.
El punto álgido convendría la aparición del unicornio blanco, hay gente que ha votado a Felipe González y a Aznar a la vez, esa parte del electorado, es la que lleva la vocación mayoritaria y es a la que debe convencer el PSOE, hartos de la corrupción de la derecha y cansados de asaltar los cielos.
A la final han llegado Patxi López, Susana Díaz y Pedro Sánchez. Sánchez empezó su andadura con una bandera como un campo de fútbol a sus espaldas y ahora Cataluña es una nación dentro de España. Patxi López consiguió el mayor logro de los tres, gracias al PP y UPYD, echó al PNV de Ajuria Enea después de 30 años. Sin embargo, se ha rodeado de toda la gente que abandonó el barco pedrista, mal asunto si vienen mal dadas. Por último, Susana ha demostrado falta de valentía, además de dirigir una comunidad que está lejos de ser líder de algún ranking positivo. Vista la terna, toca seguir buscando y Michel ya tiene equipo.
