Todavía no han comenzado oficialmente las primarias en el PSOE y parece que estemos en su recta final. Como una especie de maratón que no encuentra su meta. Angustiados y desesperados en una carrera en la que la Gestora lucha por mantener el control.

El primero fue Patxi López. El vasco no perdió el tiempo y anunció su precandidatura horas después de que la Gestora presentara el calendario de primarias. Sin embargo, los focos se fijaron en él, en Pedro Sánchez, a quien se le esperaba algún movimiento ante tal anuncio después de que en el PSOE probasen la guillotina con su propia cabeza. Pedro se tomó su tiempo. Mientras, las teorías de la conspiración rodeaban el aura del ex Lehendakari esperando una reacción del ex Secretario General.

Intentando dar la normalidad que se merece este proceso, los actos comienzan a sucederse y las encuestas a templarse suavemente en aceite. Todas dan por hecho una contienda a tres: Patxi, Pedro y Susana son llamados a batirse en duelo.

En Sevilla. En territorio Comanche nada menos, un millar de militante y simpatizantes arroparon a Pedro Sánchez en su odisea que lollevaría de nuevo Ferraz. Ya eran dos. Ahora, todos fijaron su mirada en la tercera en discordia. Mientras Sánchez abarrotaba cada auditorio y plaza por donde pasaba, la lideresa socialista mantenía la expectativa.

Será el 26 de marzo. Eso reza la invitación que sugiere la presentación de la candidatura de Susana Díaz. Es en este momento donde las preocupaciones más carnales de una lucha por el poder salen a la luz.

El dominio del censo, es el dominio del camino a Ferraz

Todo recurso estratégico en una lucha interna por el poder como son unas primarias de un partido político pasa por el control del censo de militantes. Su distribución, el peso de cada agrupación municipal o de distrito, e incluso los liderazgos en cada zona determinan la capacidad de una candidatura para llegar con suficiente oxígeno a la votación final.

las primeras tensiones tienen que ver con las  las altas y bajas en el Partido Socialista.

El censo se comporta como un mapa donde poder trazar las líneas maestras de una candidatura con aspiraciones a liderar. Por este motivo, no es extraño que las primeras tensiones tengan que ver con las desconfianzas generadas a través de las altas y bajas en el Partido Socialista.

El equipo de Pedro Sánchez ha sido el primero en pedir un balance de altas y bajas de socialistas. Las últimas cifras apuntan a 186.167 el número de militantes socialistas (censo de afiliados que fueron llamados a voto tras el acuerdo con Ciudadanos) aunque la cifra definitiva será conocida el 1 de abril, cuando se cerrará de manera oficial y se convoque el Congreso Federal.

¿Cómo controlar el censo?

La forma más evidente de controlar el censo es que la propia dirección del PSOE lo facilite, lo cual puede suponer una vulneración del derecho a la privacidad al manejarse información tan  sensible como datos personales.

No obstante, existen otras vías para manipular el número de militantes con derecho a voto. Un claro ejemplo es la filtración de aquellos que no están al corriente de pago.

La afiliación al PSOE como militante de pleno derecho exige una cuota que parte de los 12€ para estudiantes o desempleados, a los 60€ como cuota general. Una práctica legitimada y por supuesto la más extendida  en este tipo de procesos pasaría por suprimir del censo aquellos que no cumplen con el pago de filiación.

Las cuatro federaciones socialistas con más votos.

Hay que tener en cuenta que 6 federaciones socialistas controlan más del 60% del número total de militantes. De los 180.000 militantes, la federación andaluza que gobierna Susana Díaz es la que con más afiliados con derecho a voto cuenta, unos 45.124 militantes. La segunda federación socialista con mayor poder es la del PSC, que tras el último censo conocido cuenta con 17.314 militantes, menos de la mitad que la de Andalucía a la que se le debe sumar una nueva depuración.

Recientemente, el Secretario de Organización del PSC, Salvador Illa,  anunciaba que 14.000 militantes serán inscritos directamente en el censo del PSC para poder participar en las primarias salvo que manifiesten explícitamente lo contrario. Esto implica que 3.000 afiliados se quedaría fuera del proceso tras el acuerdo bilateral con el PSOE al no estar al corriente de pago.

Las donaciones como control del censo

La disputa en ciernes tiene que ver con la financiación de la campañas de los candidatos. Todo surge a raíz de la campaña de crowdfunding de Pedro Sánchez al que denominó «Bancal de Rosas» y que lleva recaudado cerca de 80.000 euros. Una cantidad que ha sembrado el miedo entre las filas de López y Díaz y que escapa al escrutinio de la Gestora.

Esto ha llevado al aparato socialista, con el beneplácito del ex Lehendakari y la Presidente de Andalucía, a programar una serie de cuentas bancarias individuales bajo el CIF del PSOE. Fuentes socialistas alegan la necesidad de dar cabida legal a las donaciones dentro de la financiación del partido, sin embargo no existen precedentes de tal ejercicio.

En una competición nadie regala su estrategia a su rival.

El método propuesto por la Gestora exige la identificación de los donantes y su DNI. Esto permitiría a la Gestora dibujar un mapa perfecto. Desde los feudos de cada candidato hasta el número de apoyos. Supone conocer las líneas estratégicas de las campañas y en una competición nadie regala sus movimientos ganadores.

Este requerimiento de la Gestora no tiene precedentes, ni a nivel federal ni regional. Ni siquiera existe un amparo legal a través de los estatutos federales. El registro de donantes implica una aproximación y un indicador del número de apoyos de cara a la elección.

De hecho, la implicación directa de militantes mediante la participación o la donación supone un detonante para la movilización de electorado de cara a la votación. Extraño sería que alguien que deposita su confianza a través de un gesto económico no acabe haciéndolo también mediante el voto.

 

Los avales como primer escrutinio

Los avales son un paso fundamental para competir oficialmente en las primarias. Nada indica que López, Sánchez y Díaz tengan algún tipo de problema para alcanzar el umbral mínimo que se establezca pero esta será la primera batalla.

Los tres contrincantes buscarán el mayor número de avales posibles. Será la primera vez que midan sus fuerzas antes de los 10-20 días que durará la campaña oficial de primaria y se proclamen las candidaturas definitivas. Es en este momento, donde se desarrollarán los primeros mazazos reales produciéndose incluso alguna deserción inesperada.

Todo puede ser posible y la lucha está servida. Nadie perdonará ni un sólo paso en falso. Dominar la Secretaria General del Partido Socialista está en juego.

 

 

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