Cuando Alberto Garzón y Pablo Iglesias comunicaron públicamente la intención de concurrir juntos en aquellas provincias en las que se presentaban por separado, se criticó la estrategia de Izquierda Unida, concretamente de su líder, por poner en riesgo la integridad futura de la formación.
El sorpasso comenzó a ser respaldado por las numerosas encuestas que, como ya se pudo apreciar en el 20D, no lograron estimar la realidad que nos dejarían estos nuevos comicios. Tras aquel 20 de diciembre de 2015, sólo dos representantes de Izquierda Unida pisarían el hemiciclo para representar a sus más de 900.000 votantes.(Sin contar las Mareas)
La confección de las listas, en las que resultó muy llamativo el quinto lugar de Garzón por la circunscripción de Madrid, fueron las siguientes:
Lista estatal de Unidos Podemos
El millón de votos de IU
El casi millón de votos, ironizado por el multiplicador keynesiano en redes sociales, que pretendía absorber la formación de Pablo Iglesias, ha permitido que la representación interna de Podemos merme en la cámara baja.
Unidos Podemos (45), sin las mareas, ha ganado 1 diputado en relación a la suma Podemos(42) + UP(2) del 20D, pero ese escaño que gana, lo acaba perdiendo La marea gallega, que se ha visto sorprendida por el auge del PSOE en la comunidad gobernada por Feijoo.
De 2 a 4 diputados
Pese a los malos resultados, el único partido que ha logrado duplicar el número de diputados ha sido Izquierda Unida, a costa de Podemos, puesto que en una de las provincias en la que se esperaba que Garzón fuese más determinante (Madrid) la suma Podemos + IU pierde 2 diputados en relación al 20D.
Izquierda Unida logra obtener representación en Málaga, Sevilla, Madrid y Guipúzcoa, con un edil en cada provincia, pasando entonces de los dos que había obtenido en Madrid en 2015 a 4 en 2016.
