El pasado 3 de diciembre se daban a conocer los nuevos datos acerca del estado financiero del Fondo de Reserva de la Seguridad Social. Ávidos de audiencia, los medios de comunicación se apresuraron a dar forma a tan suculento acaecimiento en forma de sendos y alarmantes titulares. Primeras planas de diarios de primer nivel rezaban angustiosos enunciados tales como “Sólo queda la mitad de la hucha de las pensiones”.

Ante tales consignas, podríamos lógicamente suponer que los medios de comunicación abusan, como habitualmente ocurre, de su pesimismo por motivos más o menos espurios. Nada más lejos de la realidad. Estos titulares nos presentan una situación idílica si son comparados con la realidad, pues, la hucha de las pensiones, amigos, no existe.

El Fondo de Reserva de la Seguridad Social fue creado en 1997 bajo el gobierno de José María Aznar en el contexto de los Pactos de Toledo. Básicamente, en teoría su finalidad es garantizar las pensiones de los españoles en momentos de depresión económica. A priori, parece un buen instrumento para paliar los efectos de las recesiones en el sistema público de pensiones y asegurar el sustento de los pensionistas. El problema es que este objetivo se encuentra imposibilitado desde la propia creación del Fondo y es que los activos de tan afamada hucha han de estar, por Ley, compuestos, como mínimo, en un 45% por deuda pública española. Pero esto es solamente el mínimo, y aunque es aquí donde se pervierte la esencia y razón de ser del Fondo de Reserva, la realidad es, si cabe, mucho más desesperanzadora.

En la actualidad, el fondo de reserva está formado en más de un 99% por activos de deuda pública del Estado español, esto es, obligaciones de pago por parte del Estado. Es por este motivo por el que podemos afirmar que dicho fondo no existe de facto, por una sencilla razón que todos podemos comprender.

Sin título

Esta razón no es otra que, el dinero depositado en el Fondo de Reserva es a su vez utilizado para financiar el gasto público del Estado español. En última instancia, esos 34.221 millones de euros en activos que posee la hucha de las pensiones, no son otra cosa que una obligación de pago del Estado al Fondo de Reserva y, en ese caso, ¿Cómo podría afrontar el Fondo de Reserva el pago de las pensiones en una situación de depresión cuándo es el propio Estado español el acreedor y a su vez deudor del Fondo de Reserva? Y es que si se da una crisis presupuestaria del Estado, ¿quién se hará cargo de atender los pagos al Fondo de Reserva para poder garantizar las pensiones de los jubilados?

Ante esta tesitura, podemos afirmar que el Fondo de Reserva de la Seguridad Social NO EXISTE, y no es más que un ejercicio de ingeniería financiera cuya única finalidad es hacernos creer que tenemos 34.221 millones de euros en una hucha de las pensiones.

Conociendo esta situación, no deberíamos alarmarnos por titulares como “Sólo queda la mitad de la hucha de las pensiones”, pues, como todos sabemos, la mitad de nada, es nada.

 

2 COMENTARIOS

  1. Me parece un artículo demagógico y poco profesional. Las pensiones públicas (de las «privadas» mejor ni hablamos) siempre se han pagado, se pagan ahora y siempre se pagarán. La cuestión es que nuestro sistema público por su propia naturaleza (contributivo y de reparto) está en permanente EQUILIBRIO FINANCIERO INESTABLE, pues sus «cuentas» son muy sensibles a las crisis económicas que afecten directamente a los salarios (es decir, el número de empleados/contribuyentes y a la cuantía de sus salarios/contribuciones). La verdadera alarma ocurrió a mediados de los años 90 (último gobierno González) y en 1996 el nuevo Gobierno tuvo que solicitar un crédito de 26.000 millones al FMI (que se hizo el «remolón» y hubo que recurrir complementariamente a la Banca privada española) para hacer frente a las obligaciones de pagos. En previsión de futuros problemas se creó el Fondo de Reservas de la SS. En aquel entonces el radio Asalariado/Pensionista era del 1,90 (hoy es del 2,26).

    El Sistema Público De Pensiones es dinámico como la propia sociedad (y su economía) a la que sirve y de la que emana. Si se sabe leer «entrelíneas» la solución a la situación actual de déficit «crónico» (se prevé que hasta el 2020 las cuentas no «cuadren») está consensuada por TODOS los expertos de TODOS los partidos políticos: traspasar el pago de las Pensiones de Viudedad y Orfandad a los Presupuestos Generales del Estado (como se hizo hace relativamente poco con las Pensiones No Contributivas y los Complementos a mínimos). Las cuentas de la SS se descargarían del 20% de sus gastos actuales, el superávit del Sistema volvería de «un día para otro» y además será una medida que nos «acercaría» a Europa (donde no existen pensiones VITALICIAS de viudedad que además son compatibles con la propia pensión).

    Esta medida se concretará en una nueva convocatoria del Pacto de Toledo después de las elecciones generales y todos los partidos se refieren más o menos veladamente a ello. En el propio Pacto de Toledo se acordó, entre otras cosas, sacar «las pensiones» del debate partidario electoral y encaminarse hacia la separación de fuentes de financiación de las prestaciones sociales en función de su carácter contributivo o no.

    No obstante no se debe hurtar a los ciudadanos de las intenciones/propuestas concretas y los ciudadanos debemos exigir a los candidatos que «muestren sus cartas» en la campaña electoral pues en definitiva son «ellos» los que nos convocan para emitir nuestra opinión/deseo sobre sus planes.

    • Amigo Pinxet, lo único que pretendo en este artículo es desmentir la falacia de que existe un Fondo de garantía para las pensiones públicas de 34 mil millones de euros.
      Por otra parte, la propuesta de traspasar las pensiones de viudedad y no contributivas a los PGE es una falsa solución que sólo conseguiría trasladar el déficit de la Seguridad Social a las cuentas del Estado, es decir, estaríamos disminuyendo el déficit de la Seguridad Social a costa de aumentar el déficit público, por lo que creo que es una medida que ningún partido se atreverá a tomar, pues supondrá un mayor descuadre en el déficit público de cara a Europa que debería compensarse o bien con mayor carga tributaria o mayor recorte de gasto público.
      De todas formas, vuelvo a repetirte que en este artículo sólo se pretende dibujar la realidad de que el famoso Fondo de Reserva de la Seguridad Social no existe, pues está siendo utilizado para financiar gasto público. Ese fondo viene a ser una obligación del Estado con la Seguridad Social por valor de 34 mil millones de euros a corto, medio y largo plazo. Vulgarmente hablando, quito el dinero de la hucha pero prometo volver a meterlo dentro de «X» tiempo. Con promesa o sin promesa de devolver lo que se sustrae del fondo, lo cierto es que se ha sustraído prácticamente el 100% (La mitad con promesa de devolución, en forma de préstamo, la otra mitad se ha sustraído directamente.)

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