España, sí, un territorio más del Sur de Europa; un miembro europeo que podría no acabar librándose de una coalición gubernamental socialista-comunista; donde no se pronostica ninguna revolución ideológica, sino anclajes en lo mismo, aunque se renueve el arco parlamentario. Algo podría provocar que cambiaren las cosas, pero… ¿Qué voy a pretender decir yo?

El territorio político más extenso de la Península Ibérica ocupa el cuatrigésimo-noveno puesto en el ranking de libertad económica que anualmente elabora The Heritage Foundation. Teniendo en cuenta que no se hace una evaluación de menos de 100 países, sino todo lo contrario, podríamos decir que no estamos tan mal, en la medida que consideramos la libertad económica como la clave para la prosperidad de un país y de sus sociedades y nos ponemos a comparar con Argentina y Venezuela. Pero es que si nos ponemos a comparar con esos Estados a considerar como motores, como máquinas creadoras de empleo no solo para sus compatriotas, tales como Alemania, Estados Unidos, Reino Unido y Suiza, no gozamos sino de una libertad moderada.

Criticada es la ausencia de un partido mayoritario de ideología liberal (en el sector minoritario, existe el liberal-libertario P-LIB), pero también que el Partido Popular, que ha estado siendo el partido de centro-derecha más grande de Europa, tenga arrinconados -salvo excepciones- los principios del liberalismo económico (el centro-derecha tiende a impulsar una política económica de corte liberal), habiendo preferido no romper el consenso socialdemócrata europeo, cuando podría haber aprovechado esta legislatura no solo para bajar impuestos sin más, sino para reducir drásticamente la Administración Pública, cabiendo destacar que, había y hay planes económicos que nos hubiesen brindado una recuperación económica maravillosa, como la de Estonia, sin olvidar los proyectos de algunos equipos de gobierno de las Islas Británicas.

Al respecto, se sostiene que la mentalidad estatista que caracteriza a una considerable mayoría de ciudadanos españoles es la culpable de que no se haya llevado a cabo un gran proyecto político-económico inspirado en las ideas de Adam Smith, David Ricardo, Hayek y Mises. Pero es que no deberíamos negar que los políticos que han tenido la oportunidad, piensan que por aferrarse al consenso socialdemócrata van a tener, en cierto modo, un cuasi consolidado éxito electoral, lo cual es un error en cuanto al deber de la ética política de gobernar conforme a los principios y los buenos resultados, no conforme al nivel de satisfacción de las masas una vez que la ciudadanía ha elegido.

Pues bien, dado que la historia y las ideas de las corrientes no tenderán a la constancia, sino a la evolución, algunos de los que estamos a la derecha de la izquierda, de los principios tanto socialdemócrata-keynesianos como neocomunistas, hemos decidido movilizarnos para promover, no solamente mediante tweets, los principios del liberalismo, tales como el derecho a la propiedad, la libertad económica y el Estado mínimo. Es por ello por lo que ha surgido El Club de los Viernes, un act-thank con carácter apolítico y apartidista de origen asturiano, que pretende actuar y extenderse por todo el territorio español.

Dicha asociación no pretende ser un medio de ningún líder ni partido político. Simplemente defenderemos y promoveremos nuestros principios independientemente de los gobiernos de turno y de las formaciones políticas, además de evaluar las medidas que apliquen nuestros dirigentes y las propuestas de los partidos. Por otra parte, acogemos a todo el espectro liberal, sin establecer requisitos de pureza ideológica. Nos une el respaldo a la libertad, pero cada uno tiene su enfoque e interpretación de la misma.

Tenemos el honor de contar con el respaldo de referentes como Daniel Lacalle así como de otras relevantes personalidades como Asís Timermans y Manuel Llamas. Incluso de contar con membresía internacional; por el momento, solo un joven estonio, miembro del Partido Reformista de Estonia, de corte liberal, aunque claro está que seguiremos abriendo las puertas a nuevas figuras del extranjero.

Este pasado viernes, día 27, ha tenido lugar la presentación en Madrid, mientras que este martes día 24, le tocó a la ciudad de Zaragoza; y en febrero del año que viene, nos presentaremos en Galicia y en Extremadura. En la red social Twitter, hemos logrado varios trending topics que nos han ayudado a ir acercándonos a las masas.

Antes de finalizar, quisiera afirmar que pensamos que las asociaciones pueden lograr tanto o incluso más cosas que los partidos políticos. No tendremos ningún complejo ante socialdemócratas, socialistas y comunistas. Argumentaremos sin mordernos la lengua, pero con el más escrupuloso respeto. También insistimos en que El Club de los Viernes no será un proyecto preliminar de consolidación de un partido político, ni una encubierta herramienta de comunicación y movilización de los conservadores (de la derecha política), aunque yo sea un miembro que se inspira por el liberalismo conservador. La asociación defiende las libertades no solo en lo económico; así lo establecen los estatutos.

En conclusión, quiero poner de manifiesto mi orgullo por contribuir a esta asociación así como alertar de que mis opiniones serán personales, pero las de la asociación siempre serán apolíticas, apartidistas e integradoras.