Suena la música indicativa del inicio del debate y la Academia de la Televisión nos sorprende con un plató blanco, plano que traslada a los años 80. Pedro Sánchez aparece con una corbata roja y traje azul marino, mientras que Mariano Rajoy lo hace con corbata azul y traje negro-gris. Los candidatos del PP y PSOE se enfrentaron en el único cara a cara de esta campaña organizado por la Academia y moderado por el periodista Manuel Campo Vidal. El debate fue duro e intenso sobre todo cuando el líder socialista lanzó al actual presidente del Gobierno la acusación más fuerte hecha en un debate televisivo: “usted no es una persona decente”.

El cara a cara

Para Rajoy su principal arma de ataque fue la referencia a la gestión de su antecesor al gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y las cifras que se encontró al llegar a la Moncloa en 2011. Por su lado, Pedro Sánchez no tardó ni ocho minutos desde el inicio del debate en sacar las numerosas tramas de corrupción, el extresorero del PP Luis Barcenas y el ya famoso el SMS que Rajoy mandó le mandó en su día -“Luis se fuerte”-. Por no mencionar, que en el discurso de inicio, Sánchez acusó a Rajoy de no participar en suficientes debates electorales con el resto de partidos y fue cortado por el moderador, Campo Vidal.

Sánchez buscaba un debate duro, centrado en la corrupción y en cómo el gobierno de Rajoy ha desfavorecido las condiciones laborales, la sanidad y la educación entre otros. Pero Rajoy no respondía las acusaciones de corrupción en su partido. El líder Popular tampoco respondió a la pregunta de su opositor sobre el rescate o no rescate de España por Europa con los 41.000 millones aportados. Rajoy replicaba con números y cifras para probar que previamente ahora el país está recuperándose de la dura crisis económica. El líder del PP habló sobre la creación de empleo y los dos nuevos millones de puestos de trabajo que pretenden incentivar en un  período de dos años. Pedro Sánchez le replicaba que las condiciones de los nuevos empleos son muy inferiores y los contratos más precarios. Siempre se ha dicho que criticar desde la oposición es más fácil, y justo en el primer bloque, Sánchez explico su propuesta de subir el salario mínimo a los 1.000 euros y ofrecer más becas para los estudiantes. Eso sí, se olvidó de contar cómo lo haría.

«Es usted ruin, mezquino, miserable, deleznable”

El segundo bloque parecía que iba a tener más o menos el mismo ritmo, pero fue justo en este momento, que Rajoy sorprendió. El líder socialista ya le había dicho un par de veces que el actual presidente del Gobierno debería haber dimitido por haber enviado el SMS a Bárcenas cuando ya se sabía que tenía dinero en cuentas B. Sánchez logró por fin su objetivo: hacer saltar a Rajoy. El candidato del PSOE acusó al líder del PP de haber ascendido a Bárcenas a tesorero y posteriormente a senador, que él mismo defendió el “despido diferido” por vía de Dolores de Cospedal y que él permitió que se destruyeran a martillazos los ordenadores en la sede B del PP. También concluyó diciéndole “España se merece un presidente decente y usted no lo es”.

Rajoy estalló y le contestó con un “hasta aquí hemos llegado”. Visiblemente enfadado le replicó “soy un político como mínimo tan honrado como usted. He sido concejal, presidente de Diputación, vicepresidente de la Xunta, cinco veces ministro, vicepresidente y jamás nadie me acusó de nada”. El líder popular aguantó todo lo que pudo pero continuó su discurso asegurándole a Sánchez “usted es joven y va a perder estas elecciones. No pasa nada, de eso se puede recuperar uno. De lo que no se recuperará es de esta afirmación ruin, mezquina y miserable que ha hecho usted y que es deleznable”. La tensión creció y el tono ya no se recuperó en todo el debate.

Cataluña, la gran olvidada

El bloque de reformas institucionales empezó con un punto claro: Cataluña. Rajoy abrió el tema explicando que la constitución se puede reformar pero que para que esto ocurra, los objetivos deben ser claros y el consenso debe ser máximo. Además, comentó que para él hay cuatro cosas fundamentales a la hora de reformar la carta magna: cumplimiento de la soberanía nacional, la unidad de España, la igualdad de todos los españoles y el cumplimiento de la ley.

Justo cuando se esperaba la réplica del líder socialista, este saltó al tema de la corrupción. De nuevo. El moderador del debate, el periodista Manuel Campo Vidal insistió unas cuatro veces sobre la importancia de abordar el tema catalán y lanzó la pregunta del director de La Vanguardia, Màrius Carol “¿Cómo van a convencer al 47% de independentistas?”. La pregunta quedó sin respuesta.

 

1 COMENTARIO

  1. El tema Catalunya en el debate: lamentable !!! por parte de los 2 lideres (nada estadistas )
    No existe la politica con éstos 2 lamentables líderes en éste pais, yo quiero irme con los polacos a otro lado

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