La fecha clave llegó a Cataluña. Más de 5 millones de catalanes estaban llamados a votar en unas elecciones autonómicas que algunos querían convertir en un plebiscito sobre la independencia cuando no era más que una votación para componer el Parlamento de Cataluña y quien dirigiría esta comunidad autónoma los próximos 4 años.
Pese a la amplia propaganda desarrollada por el Ejecutivo de Artur Mas y el apoyo nacionalista desde diferentes ámbitos, como los medios de comunicación -los manejados por él, como TV3-, el cine, fútbol -cada partido en el Camp Nou es un claro ejemplo- y demás escenarios donde ser independentista es lo que se lleva y sacar una bandera de España es considerado casi un delito, lo cierto es que el apoyo hacia las dos principales formaciones políticas independentistas ha caído respecto a las anteriores elecciones autonómicas de Cataluña en 2012.
Ganó la coalición formada por CDC y ERC (Juntos por el Sí), pero no de una manera convincente como algunas encuestas habían dejado entrever anteriormente, alguna incluso dándole hasta 71 escaños. Con respecto a 2012, la unión entre Convergencia y Esquerra ha perdido 9 escaños (sumaron 71: 50 de CiU y 21 de ERC). ¿Triunfo? Si han caído por debajo de lo que ya tenían. En número de votos más de lo mismo: Juntos por el Sí ha conseguido 1.616.962 votos, el 39.57%. En 2012, la suma CiU + ERC consiguió 1.608.633 votos, el 44.36% de los votos. Es decir, han conseguido 8.000 votos más aproximadamente, pero han perdido un 5% del voto. 9 escaños menos y un 5% menos, pero alguno todavía se empeña en hablar de triunfo de Juntos por el Sí.
Si sumamos el otro partido político independentista, la CUP, el resultado no varía en exceso. En 2012, la unión entre CiU, ERC y CUP dio como resultado lo siguiente: 1.734.852 votos (47.84%) y 74 escaños. En 2015 el resultado de la unión entre Juntos por el Sí y la CUP ha sido de 1.952.482 votos (47.78%) y 72 escaños. ¿Triunfo independentista? Juzguen ustedes mismos. Tan solo 217.630 votos más, pero un 0.06% menos de los votos y 2 escaños menos.
Por la parte del bloque no independentista, solo Ciudadanos tiene motivos para celebrar algo (aunque no deberían conformarse con este resultado y aspirar a seguir creciendo), pero PP y PSC han caído. Por tanto, solo la formación liderada por Albert Rivera a nivel nacional y por Inés Arrimadas en Cataluña podrá hacer frente al bloque soberanista, empeñado en hacer ver algo que no es cierto. Pero una cosa queda clara, aunque PP y PSC hayan perdido apoyo, deben sumar junto a Ciudadanos una fuerte oposición y no tener miedo, ni lo más mínimo, frente a Mas y Junqueras. Demostrar lo que las urnas han dicho: Cataluña no es independentista.
Solo desde Juntos por el Sí se sigue negando la realidad. La propia CUP ha reconocido que “se ha perdido el plebiscito” y por tanto “no habrá declaración unilateral de independencia por nuestra parte”. Parte de los independentistas reconociendo que han perdido, que han sido votados en mayor medida los no independentistas. Pero la ceguera de Mas y compañía continúa, quienes siguen empeñados en seguir con el proceso de independencia que culminaría con un Estado independiente dentro de 18 meses. Soñar es gratis.
Ahora toca hablar de formar gobierno. La CUP ha manifestado más de una vez, y lo sigue manteniendo, que no apoyará en la investidura a Juntos por el Sí mientras que el candidato sea Artur Mas, ya que no quieren “ver nada con políticas de recortes y corrupción”. Es decir, en manos de la CUP estará el formar gobierno o convocar nuevas elecciones dentro de poco.
Un partido antisistema, que quiere poner todo patas arriba, cuyo programa electoral a mí me da auténtico pánico; en sus manos está la llave del gobierno catalán. Los que apoyan a ETA, como se ha podido comprobar más de una vez, como en el video electoral, en el que sale una bandera en favor de los presos etarras, o comparecencias ante la prensa con camisetas en apoyo a esos presos o con caras del Che, entre otras. Lo peor de lo peor. Esos tienen en su mano quién gobernará Cataluña a partir de ahora.
En este gráfico represento el apoyo a las candidaturas independentistas desde las elecciones de 2010, primeras desde que comenzó el llamado “proceso constituyente por la independencia de Cataluña”. En cinco años y tres elecciones después podemos observar que no ha variado el apoyo total a las fuerzas separatistas. Y lo que es más importante, el apoyo a lo que hoy es Juntos por el Sí no ha dejado de caer en estos últimos cinco años. Vuelvo a preguntar, ¿triunfo independentista? Juzguen ustedes.
En este gráfico se representa la opción contestada por una muestra de catalanes en los diferentes barómetros del Centro de Estudios de Opinión, perteneciente a la Generalidad de Cataluña, quien en sus diferentes barómetros de opinión pública que realiza de forma anual incluye una pregunta, la cual es la siguiente: “Cree que Cataluña debiera ser…”. Fijándonos en los resultados podemos observar que la opción independentista ha realizado una curva, siendo poco elegida en los años 2010 y 2011 para subir con fuerza en los dos años siguientes y actualmente ir perdiendo fuerza en favor de otras opciones, como la autonomía de Cataluña o una España federal. En los últimos tres barómetros –en especial los dos últimos, en el que la opción de un Estado independiente baja la barrera del 40%- se denota un apoyo menor a la independencia catalana. ¿Han visto estos resultados los diferentes políticos independentistas? Habrá que estar atentos a próximos barómetros, para ver si la reducción del apoyo a la independencia sigue su curso, o por el contrario vuelve a repuntar y a aproximarse a niveles de 2012, 2013 y parte de 2014.
En el citado barómetro ha aparecido en alguna ocasión una pregunta sobre el sentimiento personal de independencia. A la pregunta “¿Usted se siente independentista?”, los resultados han sido los representados en el gráfico superior. Solo se ha realizado tres veces dicha cuestión. La mayoría apuesta por decir que no se sienten independentistas, contrastando con el anterior gráfico, en el que por ejemplo, en el año 2014, la mayoría apostaba por la creación de un Estado catalán independiente.
Por tanto, desde el comienzo del llamado “proceso”, el apoyo a la independencia se ha reducido. Tanto políticamente, en el que los partidos independentistas no han logrado aumentar su representación en 5 años, como sociológicamente, ya que actualmente más del 50% de los catalanes no se sienten independentistas.
Los deseos de independencia de algunos vienen por enriquecerse más personalmente -esa famosa oligarquía catalana-, ¿o creen que en una Cataluña independiente se acabaría la corrupción? Y por otro lado, un deseo sentimental, avivado por el populismo de gobiernos como el de Mas, que miente continuamente sobre las graves consecuencias de una independencia catalana si se sigue con las políticas de CDC, ERC o imagínense, un gobierno de la CUP. Decir que vas a seguir en el Euro cuando saldrías inmediatamente es mentir. Decir que vas a seguir en la Unión Europea cuando saldrías inmediatamente es mentir. Y algunos, hipnotizados por las esteladas, se lo tragan y siguen fanatizados con la independencia para una “Cataluña perfecta”. Que abran los ojos, casi imposible.
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