[dropcap]L[/dropcap]os idealistas y optimistas solemos pensar que no todo está perdido que siempre podemos seguir luchando. Pero cuando la posibilidad de cambiar las cosas es tan pequeña y son muchos los que se oponen a ello, se hace duro luchar contra corriente. Cuando vemos que nuestro futuro se agota antes de emprender el vuelo, cuando nos prometen un porvenir que no es más que una ilusión.
Muchos sabrán de lo que hablo. De nuestros gobiernos, de nuestros políticos, de una clase social corrompida por la corrupción, las mentiras, los engaños, las manipulaciones. Sin embargo, nos siguen prometiendo una mejor educación, una situación laboral y profesional estable pese a no hacer más que reformas absurdas, recortes y más recortes. No se cansan de exigir al pueblo más y más sacrificio. Ya basta de mentir, de anunciar una recuperación económica que no llega y unos brotes verdes que nadie ve.
Estamos ante una etapa de putrefacción de la democracia en la que los polos se desdibujan, y es que nunca tuvo menos sentido referirnos a la izquierda o a la derecha, pues la misma mentira son contada de forma distinta. Ya no les importa el pueblo español, solo quieren dejar claro quién roba más que aquel y que yo, quién es el bueno y el malo.
Sus palabras que se las crea quien pueda, pues no me parecen más que vagas promesas y más aún estando en año electoral. Ahora lo que interesa es ganarse al populacho y conseguir el voto, que una vez en el poder ya se encargarán de hacer lo contrario. Y claro si eres mayoría, como nuestros amigos peperos, se te consiente que hagas y deshagas a tu antojo y sin el consentimiento ni la aprobación del resto, y si además nadie se entera de la modificación mejor.
Solo nos queda la esperanza del cambio, de lograr que todo este lastre político desaparezca o deje de actuar. Porque los soñadores seguimos existiendo y nunca fue más bonito luchar y tener ilusión que en este momento, porque los males de España no durarán para siempre y es necesario que estemos ahí para verlo y vivirlo. Porque los ilusos tenemos derecho a creer que podemos permanecer en nuestro país y luchar por él.
Querida colega:
Estoy totalmente de acuerdo contigo, sobre todo en lo de luchar por nuestro futuro.
Mi dirección de correo electrónico es y, en este momento, estamos llevando a cabo una serie de acciones que, de resultar favorables, nos interesarán a muchos de nosotros.
Las hemos iniciado en Madrid y, en breve, las comenzaremos en Valladolid.
Te animo a seguir con esos sueños positivos, con la esperanza de que te sigan acompañando siempre.
Un afectuoso saludo.
Carmen.
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