El Rey ha propuesto a Mariano Rajoy la formación de gobierno, aunque él mismo ha afirmado que no acudirá al Parlamento si no consigue los apoyos necesarios, lo que podría llegar a rozar la constitucionalidad. Esta eventualidad marca de nuevo un evento que manifiesta la falta de previsión y los vacíos de nuestro marco jurídico.
Mariano Rajoy: «Voy a redoblar esfuerzos en la negociacion, abriré una ronda de contactos en busca de apoyos para gobernar. Esta vez lo haré con el encargo del rey».
Tas la formación del nuevo Congreso de los Diputados, el Rey Felipe VI como Jefe de Estado, inició un periodo de contactos con los líderes de los partidos electos con las finalidad de proponer un candidato que hasta la pasada legislatura resultó del partido más votado. Aquí aparece la figura del formateur, el encargado de formar una mayoría en la cámara para ser investido.
La Constitución no establece un plazo determinado entre la propuesta del Rey y el debate de investidura, pero no deja dudas de la obligatoriedad del candidato de acabar presentándose al mismo.
La carta del monarca a la Presidente del Congreso de los Diputados no deja dudas: «De acuerdo con el artículo 99.1 de la Constitución, tras celebrar consultas con los representantes designados por los Grupos políticos con representación parlamentaria, vengo en proponer al excelentísimo señor Don Mariano Rajoy Brey como candidato a la Presidencia del Gobierno. Lo que comunico a V. E. para que se formule al Congreso de los Diputados la oportuna propuesta».
Por ahora no tenemos fecha para la celebración de la sesión ante la cual se examinará Mariano Rajoy. El propio líder del PP asegura que no irá a una de investidura si antes no cuenta con los apoyos suficientes como para sacarla adelante.
