Llega con aire resuelto, las deportivas y los vaqueros le dan una apariencia desenfadada y cercana. Cuando comienza a hablar se confirman el dinamismo, la fluidez y la facilidad de palabra que se le suponen a un experto en comunicación política.

Luis Arroyo Martínez cuenta con más de veinte años de trayectoria en este ámbito y en ese tiempo ha hecho casi de todo; desde asesorar al Banco Mundial o trabajar en los Gabinetes de la vicepresidenta primera del Gobierno, de la exministra Carme Chacón y de dos secretarios de Estado de Comunicación, hasta hacerse cargo de la asesoría electoral, demoscópica y de imagen de Pedro Sánchez en la actualidad.

Los sondeos sólo son una estimación

No tiene dificultades para desgranar el último CIS, ha trabajado en el instituto de investigación Sigma Dos como sociólogo y conoce bien cómo funciona la elaboración de este tipo de encuestas. “Es imposible saber con certeza lo que va a pasar en unas elecciones, los sondeos sólo son una estimación”, además hay que tener en cuenta que “es muy difícil medir el grado de engaño de la gente cuando te confiesa su intención de voto”.

 Sabe que al PSOE no le ha ido muy bien en esta última encuesta pero destaca su repunte desde el anterior CIS de julio. “Este sondeo se hizo en una semana difícil para el PP y nuestra postura fue la de dejarlos lidiar con sus problemas, pero en esos mismos días el PSOE también cometió un grave error cuando Pedro Sánchez dijo que no derogaría la reforma laboral”.

Insiste en la volatilidad de la opinión pública cuando se trata de cuantificar el voto, apunta que “la gente del CIS se mete en una cocina que nunca desvela” y explica que “España es el único país del mundo que destina recursos públicos para que una institución oficial haga esta clase de encuestas”.

Uno de cada tres votos de Ciudadanos provienen del Partido Socialista

Uno de los libros publicados por Luis Arroyo tiene cuatro se titula Frases como puños (Edhasa, 2013) y el autor es fiel a ese nombre cuando con honestidad reconoce que “la principal preocupación del PSOE ahora mismo es Ciudadanos” y sobre la formación de Albert Rivera en una hipotética previsión de las generales de diciembre se declara expectante, aunque sabe que “si Ciudadanos quedara segundo detrás del PP, sería una tragedia para el PSOE, pero no creo que eso vaya a suceder”. Admite el trasvase de votos entre su partido y el de Rivera, es consciente de que “hay en torno a uno de cada tres votos de Ciudadanos que provienen del Partido Socialista” y se atreve a vaticinar la improbable coalición de la formación naranja con el PP porque “si Ciudadanos apoyara a Rajoy se buscaría el suicidio político, es la sensación que tenemos”.

Tampoco se corta al hablar acerca del último fichaje de Pedro Sánchez para su lista en Madrid. Califica la incorporación de Irene Lozano de “fallo considerable” frente al exjefe del Estado Mayor, Julio Rodríguez incluido en las listas de Podemos, que bajo su punto de vista “es un gran acierto”.

Podemos ha herido mucho electoralmente al PSOE, ahora menos

Sobre los de Pablo Iglesias, que se podrían considerar el principal problema por la izquierda para los socialistas, conviene que los de Pablo Iglesias “han herido mucho electoralmente al PSOE, ahora menos”. Concede que “Podemos es un experimento muy bien pensado y muy inteligente”, aunque no deja de lado la crítica cuando arguye una elevación exagerada de sus expectativas que, “pasado el tiempo ha provocado una mayor insatisfacción entre sus simpatizantes”.

Arroyo halaga al secretario general al que asesora, destaca su preparación y responde convencido a quienes dicen que es un socioliberal de la llamada tercera vía socialdemócrata: “Pedro Sánchez está consiguiendo frenar la sangría de votos que precipitaron la última etapa de Zapatero y los dos años perdidos con Rubalcaba”. Reconoce “mucha pesadez y muchos problemas de ese período que el PSOE aún arrastra” aunque admite la “difícil situación política en la que tuvo que surfear el expresidente al anunciar los recortes que dictaba Merkel bajo la amenaza del rescate.

El PP  siempre ha tenido un problema para llegar a la gente

También tiene tiempo de cargar contra el PP, a quien desde su partido y en público consideran su principal enemigo. “En el PP históricamente siempre han tenido un problema para llegar a la gente, para sintonizar con la mayoría” y metafóricamente compara la estrategia de comunicación del Gobierno y su gestión de la crisis con “el cirujano que atiende a un paciente muy enfermo, exagera su gravedad, pide sacrificios para que se cure y cuando mejora, porque la economía es cíclica, el PP se erige como salvador y pide que se le recompense”.