El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, considera que el debate de este lunes entre Pedro Sánchez (PSOE), Albert Rivera (Ciudadanos) y Pablo Iglesias (Podemos) organizado por el diario El PAÍS, y emitido en PoliticAhora.es, fue «un debate por ver quién lidera la oposición» en el que el ganador fue el ausente Mariano Rajoy y en parte, Casado tiene razón.

Los datos de audiencia

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La clave de todo esto lo marcaba, aunque en otro sentido, el director de EL PAÍS, Antonio Caño, en el previo del debate, al señalar que habría una audiencia particular y muy marcada por el espectador informado. Queramos o no, la producción realizada el pasado lunes era pionera en su formato. Era la primera vez que se emitía un debate en streaming en España y por tanto restringida al número de usuarios o consumidores del productor en comparación a una emisión en televisión.

El perfil de la audiencia marca el debate: El grueso de espectadores, tal y como podemos ver en el gráfico, se concreta en un intervalo que recoge un rango desde los 18 a los 44 años de edad, cayendo la audiencia a partir de los 45 años de manera significativa.

El voto, por edad

Este primer acercamiento marcará el camino del análisis oportunamente, pues tal y como podemos ver en el gráfico anterior elaborado a partir del sondeo de Celeste-tel para eldiario.es, observamos cómo el Partido Popular concreta su perfil de votante como un elector de más de 45 años o más. Esto es un factor importante a tener en cuenta. Además, un apunto relevante para el análisis es la concreción del votante fiel o votante identificado que, según los expertos, concretan en una cifra de 11 millones de electores.

Estos datos revelan el verdadero sentido y explican por qué el candidato del Partido Popular, Mariano Rajoy, no ha acudido ni acudirá a 2 de los 3 debates organizados. ¿Por qué Mariano Rajoy debe exponerse a la hostilidad y al riesgo de cometer algún error en un debate en el cual se encuentra su principal encía sangrante, Albert Rivera? La única misión del Partido Popular y de Mariano Rajoy es movilizar a su votante identificado. Esta es la principal incógnita de la campaña del Partido Popular además de cerrarle el grifo a Albert Rivera.

Por otro, la misión de Pedro Sánchez (PSOE), Pablo Iglesias, (Podemos) y Albert Rivera (Ciudadanos) es la de la movilización de un electoral indeciso que supera el 20%. Un número de indecisos que pueden mover la balanza para sacar un ganador y así poder disputar el gobierno al líder indiscutible en los principales sondeos, el Partido Popular.

Mientras tanto, el candidato a la Presidencia del Gobierno del Partido Popular, se encontraba en el plató de informativos de Telecinco colocando sus mensajes de campaña desde un medio generalista sin ningún tipo de presión, en un espacio amable y cómodo. En este juego de ajedrez Mariano ha tomado ventaja y hará jaque por sorpresa. De este modo, vemos al candidato de los populares buscando el voto en los mayores de 65 años y en el rural. Un voto mucho más estable y conservador.

Todo gran jugador deja la jugada maestra para el final, por ello eligió un único debate, un cara a cara con el líder de la oposición y candidato del PSOE, Pedro Sánchez. Los estrategas electorales del Partido Popular conocen la ley electoral muy bien e intentarán sacar la mayor diferencia en votos a la segunda fuerza lo que deriva, tal y como pasó en el 2011, en una mayor diferencia de escaños debido a los efectos mayoritarios del sistema electoral español.