La última encuesta de la Universidad de Virginia, publicada el 30 de septiembre, pone de relieve la tensión que se está viviendo actualmente en Estados Unidos y demuestra una marcada polarización entre los grupos afines a Trump y los que apoyan a Biden.
El Centro de Políticas de la universidad de Virginia publicó los resultados de una encuesta donde se preguntaba a votantes de Biden y de Trump sobre cuestiones relativas a diversas cuestiones relacionadas con la oposición entre los candidatos. Estas cuestiones estaban relacionadas con las políticas de ambos partidos, el miedo o desconfianza provocados por el candidato del bando opuesto y el compromiso de los votantes con la democracia.
Los resultados dejan poco lugar a la esperanza de que ambos bandos se reconcilien ya que, cuando se preguntó sobre la elección de cargos del partido opuesto más de la mitad de los votantes de Trump y Biden (un 57% y un 51%, respectivamente) están muy de acuerdo en que los funcionarios electos del bando opuesto suponen una clara amenaza a la democracia. En este sentido, un 43% de votantes de Biden entrevistados y un 47% del bando de Trump están muy de acuerdo con que los norteamericanos que apoyan al candidato opuesto son también una clara amenaza al “estilo de vida americano”.
Puede parecer que estos porcentajes ya son suficientes para aseverar que existe un verdadero problema de polarización en EE.UU. Pero si nos fijamos en la parte de la encuesta donde se pregunta a los encuestados si apoyarían que “es hora de dividir el país, favoreciendo que los estados azules (demócratas) y los rojos se separen de la Unión”. Ante esta cuestión un 52% de los votantes de Trump están parcialmente de acuerdo con que beneficiaría a los Estados republicanos separarse de los Estados Unidos. Por parte de los votantes de Biden los resultados son parecidos, ya que un 41% responde lo mismo, favoreciendo una separación efectiva de los Estados demócratas.
En trono a la democracia, los resultados de ambos bandos son similares. A pesar de que aproximadamente el 80% de los encuestados prefieren la democracia a cualquier otro sitiema de gobierno no democrático, alrededor del 60% de encuestados, tanto del bando de Trump como del de Biden, ven que los Estados Unidos “no es una democracia representativa, sino más bien un sistema que es gobernado y amañado para el beneficio de los ricos”. Esto demuestra la progresiva pérdida de confianza hacia el sistema y las instituciones que han ido adquiriendo los norteamericanos.
