Por Patricia Malagón
¿Cuál es el verdadero problema del acceso a la vivienda en España y porqué el bono de Sánchez no soluciona nada?
Hace solo unos días, el Gobierno anunció la creación de un bono de 250 euros mensuales para los menores de 35 años que ganasen menos de 23.752 euros anuales. Los requisitos que el Ejecutivo ha establecido son los siguientes: tener entre 18 y 35 años, estar trabajando y ganar menos de 23.752 euros anuales. Por el momento, no se ha especificado si se deberá presentar un contrato de alquiler u otro tipo de documento que avale que ese dinero servirá para hacer que los jóvenes puedan tener un mejor acceso a la vivienda. Sin embargo, sea como fuere, esta no es, ni mucho menos, la solución para aliviar la complicada situación que padecen los jóvenes a la hora de acceder a la vivienda e independizarse.
Es un problema de oferta, no de demanda
El primer punto que explica que esta no es la solución es que, precisamente, el problema es de oferta y no de demanda. Esto quiere decir que la principal razón por la que los jóvenes, y aquellos que ya han superado los 35 años, pero siguen en esta situación, es que no hay suficientes viviendas en España, ni en venta, ni en alquiler. Por mucho que desde ciertos sectores políticos señalen que el problema son las viviendas vacías y los llamados fondos buitre, esto no es cierto. En cuanto a las viviendas vacías, lo primero que hay que saber es que es algo difícil de cuantificar, de hecho solo hay que ver que según el INE en Barcelona hay 88.411 y según el Ayuntamiento de Ada Colau solo hay 10.050. Y en cuanto a los fondos buitre, posen menos del 1% del parque de viviendas en alquiler en nuestro país.
En este mismo sentido, un estudio del año 2016 realizado por José Luis Suárez, profesor del IESE, sobre la previsión de necesidades y precios de la vivienda en España necesitaba 100.000 viviendas hasta 2020 para poder atender la demanda prevista. Según este mismo estudio a partir de 2020 y hasta 2025 la necesidad de construcción de nuevas viviendas se estabilizará en las 140.000 viviendas anuales. Pero no solo eso, sino que la consultora Savills Aguirre Newman señala que nuestro país necesita dos millones de casas en alquiler para satisfacer la demanda. Sin embargo, la realidad es que el número de viviendas terminadas se redujo de 616.000 en promedio anual, entre 2004 y 2008, a 54.000 entre 2013 y 2019.
Este es el principal problema de la vivienda, que se necesitan más. Por tanto, dar un bono no soluciona nada, solamente tiene un fin electoralista y cortoplacista. Además de que solucionar un problema de oferta incentivando la demanda, solo agranda todavía más el problema en cuestión.
Protección, regulación y burocracia
Si el primer gran punto es que, como hemos visto, hay un problema de oferta, el segundo tiene que ver con el marco legal. Por un lado, para incentivar que crezca la oferta y los precios bajen, es necesario proteger más a los propietarios para que tengan más sencillo poder desalojar a unos inquilinos que no pagan y volver a poner rápidamente su vivienda en alquiler. Cuanto más riesgo suponga para un propietario alquilar su vivienda, más dinero pedirá a cambio de ella. Sin embargo, cuanta más protección haya más fácil será que pongan la vivienda en el mercado del alquiler a un precio más bajo, haciendo también que la oferta crezca.
El segundo punto tiene que ver con la regulación y la burocracia, tanto en el alquiler como en la venta y la construcción. En el primero de los casos, según la Ley de Arrendamientos Urbanos, existe un mínimo de cinco años de vigencia del contrato y, de siete si el que arrendador es una persona jurídica. Aunque es cierto que hay modalidades que permiten alquilar por menos tiempo, se debe justificar legalmente que ese contrato es temporal y que no está regido por la LAU. Por tanto, aquí existe una gran rigidez en la normativa.
En cuanto a la burocracia, es uno de los principales motivos por los que no se construyen más viviendas en España. La concesión para que un proyecto salga adelante es largo y costoso. De hecho, Madrid es la única región que ha apostado por agilizar la burocracia, tanto en la Comunidad como en el Ayuntamiento, lo que ha provocado una gran oleada de nuevos proyectos urbanísticos que se levantarán en los próximos años.
¿Cuál es la solución?
La solución, por tanto, pasa por agilizar los procesos de concesión de licencias, llevar a cabo una liberalización del suelo urbanístico, dar más flexibilidad a la hora de alquilar una vivienda y proteger más a los propietarios. Todo ello son medidas en solucionar el evidente problema de oferta de vivienda, que no logra satisfacer la demanda haciendo que los jóvenes españoles sean de los que más tarde se independizan en la Unión Europea, ya que lo hacen a los 29,8 años.
