La fuga de trabajadores extranjeros pone en jaque al Reino Unido

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El Brexit ha provocado una importante fuga de capital humano del país, que se ve desprovisto de servicios básicos por falta de empleados que los ofrezcan. En esta tesitura el Gobierno británico se ha visto obligado a repartir visados y a echar mano del ejército para cubrir ciertos servicios.

En el Reino Unido el pronunciado desabastecimiento se ha convertido en la tónica general estas últimas semanas. El país se encuentra en medio de una escasez de alimentos, energía y trabajadores, todo ello motivado por el Brexit.

Actualmente Reino Unido cuenta con 2 millones de ofertas de trabajo activas, provocado por la fuga de extranjeros durante la pandemia y por la imposibilidad para estos de regresar, lo que en su momento se planteaba como uno de los grandes beneficios de salir de la Unión Europea. Sin embargo, ha terminado por convertirse en uno de los mayores problemas del Brexit, ya que se ha acabado comprobando que ciertos sectores de la economía, sobre todo el terciario, se sostenía sobre los hombros de los trabajadores extranjeros.

Para verlo más claramente, podemos echar mano de los datos publicados por la Recruitment & Employment Confederation, que ha contabilizado los 2 millones de ofertas de trabajo. Durante esa semana del 13 al 19 de septiembre la REC ha publicado que, en servicios sociales, se ofertaron 55.019 nuevos puestos para cuidadores, 32.942 para profesores de educación primaria, 2.678 para secretarios de centros educativos e, incluso, 2.478 para ‘lollipops’, es decir, asistentes que ayudan a los alumnos a cruzar la calle sosteniendo una señal de tráfico. Ya en el sector secundario, la industria metalúrgica, ha demandado 22.956 nuevos empleos.

El sector servicios también ha sido uno de los que ha sufrido una mayor desocupación, debido a que, en su mayoría, los puestos de trabajo estaban ocupados por jóvenes extranjeros que se intentaban costear los estudios. La última semana se han demandado 36.471 chefs, 32.615 dependientes, 28.220 limpiadores, 6.557 empleados de bar y 2.251 carteros.

Lo común a todos los servicios mencionados con anterioridad es que se trata de empleos mal pagados que, o bien no requieren cualificación o, además, no alcanzan el rango salarial mínimo, por lo que no resultan atractivos. Además, las condiciones legales actuales solo permiten a un trabajador extranjero no asentado permanecer en el país si está contratado por una empresa británica y su salario es de, al menos, 30.000 euros al año. Esto es realmente lo que impide que se cubran los puestos de trabajo ofertados.

De todos los sectores en los que hay escasez, el más sangrante es el del transporte El premier británico, aseguró que más de 100.000 puestos de trabajo vacantes deben ser cubiertos en el menor tiempo posible, ya que la falta de trabajadores está provocando una grave crisis del combustible que ha dejado paralizado al país. Esta necesidad ha provocado que las ofertas se disparen, consiguiendo alcanzar la pasada semana las 7.500, algunas de ellas con salarios muy superiores a lo común, llegando a pagarse hasta 55.000 euros anuales.

Por parte del Gobierno se ha tratado de atajar el problema del transporte con el uso del Ejército, que ya se encuentra realizando un adiestramiento para poder ayudar a transportar suministros de combustible a las gasolineras del Reino Unido. Del mismo modo, el primer ministro, Boris Johnson, a regañadientes ha ofrecido 5.000 visados temporales de 3 meses para que los extranjeros puedan cubrir las vacantes, aunque ha advertido que la escasez «no debería arreglarse» recurriendo a trabajadores extranjeros.

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