Escrito por Noel Caravaca Gil
Existe una gran convicción generalizada, sobre el movimiento provida, acerca del propósito a obligar a la mujer a parir, pero ¿es esto cierto? Para obtener una respuesta coherente y razonada hay que preguntarse qué significa «obligar».
Obligar significa forzar el acto; hacer imposible la resistencia . Obligarte a casar es impedir que no puedas casarte. Obligarte a comer es impedir que no puedas comer. Obligarte a hacer la tarea de clase es impedir que no puedas hacer la tarea de clase. Bajo estos tres fortuitos y espontáneos ejemplos, queda más clara la premisa del principio: Obligar significa forzar el acto; hacer imposible la resistencia. En otras palabras, es impedir que alguien no pueda
llevar a cabo una determinada acción.
Obligar a la mujer a parir sería tanto como obligar a alguien a cumplir las leyes. no pueda La cuestión es lo que la ley va a sostener como bueno y como malo . Si abortar es malo, nosotros no vamos a obligar a la mujer a no abortar, como tampoco obligamos al asesino a no asesinar, al ladrón a no robar, al violador a no violar, al mentiroso a no mentir, etc.
Aquí entra en juego la siguiente pregunta: ¿Es malo abortar? Veámoslo.
« El feto es bien jurídico digno de protección, dotado de sustantividad propia, de relieve vital y, en consecuencia, de interés objetivo y general » (13 de febrero de 2003, Tribunal Europeo de Derechos Humanos) matar. El feto es vida humana, y terminar con ella supone una acción atroz: matar. ¿Matar está mal? Desde luego que sí. ¿Abortar está mal? Desde luego que sí. ¿Qué relación existe entre matar y abortar? Bien, «abortar» viene del latín ‘aboriri’, que significa
perecer, y «perecer» significa: ‘Perder la vida [un ser humano], en especial como consecuencia de un accidente, una catástrofe o una acción violenta’. Hasta la propia etimología de la palabra «abortar» deja en evidencia que esta es «sinónimo» de matar/morir/muerte.
Entonces, claro que abortar está mal, porque es acabar con una vida humana. El problema de raíz es que quién posee esta vida no puede ser percibido con nuestros ojos a simple vista. Es necesaria la ayuda de la tecnología para observar claramente la vida prenatal. «Ojos que no ven, corazón que no siente» ; por eso el embrión, para muchos, tiene tan poco (nulo) valor, porque no lo perciben, pero cuidado, porque que no pueda ser visto no implica que no exista.
Entonces, sí: abortar está mal, por lo cual debe ser penado. Si los provida buscan la penalización del aborto, no están obligando a la mujer a no abortar, como no obligamos al delincuente a no delinquir. Se están poniendo las cosas en su respectivo lugar; las cosas buenas en su sitio y las cosas malas en el suyo.
Si una mujer quiere abortar, puede hacerlo libremente, pero será sancionada, tal y como lo es un ladrón por robar. El robo es ilegal, pero no obligamos a los ladrones a no robar. Ellos pueden robar, pero sus actos conllevan un castigo, porque robar, como abortar, está mal.
Buscar la penalización de un hecho implica colocar el fenómeno (aborto) en su lugar (Código Penal sin excepciones). Los provida no obligan a la mujer a parir. Esa es una de las manipulaciones lingüísticas que se llevan utilizando hace décadas para presionar al movimiento provida: «¡¿Cómo vas a obligar a…?! ¡Retrógrado!».
Es, o hacerles caso, o ser excluidos; todo se basa en la manipulación. El aborto es una mentira bien contada.