La convocatoria de elecciones generales para el 26 de junio ha volteado el reloj de arena para preparar la campaña electoral, que comenzará el 10 de junio. La austeridad fue uno de los argumentos más repetidos durante la pasada “guerra” entre partidos, sin embargo, a estas alturas son muchos los que se preocupan por el gasto que supondrán estas elecciones para la sociedad española.
Según el Ministerio de Interior las pasadas elecciones costaron más de 130 millones de euros (130.244.505€), y todo parece indicar que las de 2016 no se diferenciarán mucho de las anteriores. Si nos fijamos por partidas, de esos 130 millones obtendríamos:
En este gasto contribuyen los partidos políticos pero al celebrarse una cita electoral son subvencionados mediante dos vías de ingresos:
- Por un lado supongamos que los grupos ya cuentan con representación parlamentaria, de esta manera son subvencionados por mailing electoral, con una dotación de 0.18 euros por elector. Es decir, que el Estado le está pagando 18 céntimos para que te envíen una carta con una papeleta, ahora mira cuántas llegan a tu domicilio y multiplica.
- Por el otro lado existe otra subvención independiente de haber tenido representación previa, sino que prima los resultados electorales, en las pasadas se repartieron 21.167,64€ por diputado y 0.81 euros por cada voto (siempre que se tenga al menos un escaño).
En su conjunto, la cuantía que perciben estuvo delimitada por 0.37 euros por cada elector, no pudiendo sobrepasarla.
¿Qué son 130 millones?
La partida de gasto destinadas a becas y ayudas a estudiantes se cifra en unos 1400 millones de euros, estas nuevas elecciones generales suponen casi un 10% del montante. O visto de otra manera, se invierte más en estas segundas elecciones que en la formación profesional para el empleo, o incluso que la partida de gasto para el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Pero la LOREG marca que desde la convocatoria de elecciones habrá un plazo de 5 días para ajustar su financiación, por lo que habrá que esperar hasta el lunes para conocer cuál será el coste que tendremos que asumir los ciudadanos.
Perdemos un “León” en el congreso.
Fuera del plano económico y como ya expliqué en el artículo sobre el cálculo del reparto de diputados, cada vez que se celebran elecciones, se reparten los diputados de cada circunscripción en función del censo.
Al haberse celebrado las elecciones en 2015, no se había podido tener acceso al censo corriente, por lo que ya en 2016 el reparto ha modificado la distribución de electores de tal manera que la provincia de Valencia gane un diputado más (16), siendo León el encargado de ceder su quinto diputado, quedándose con cuatro.
El dinero mejor empleado: es para que decidamos los ciudadanos, no las élites. Más votaciones tendría que haber. ¿O es que algún partido nos convence al 100 %? Claro, que hay procedimietos más rápidos-baratos. Pero de momento para que voten todos… Por cierto la gente que está en el extranjero otra vez a no poder votar. ¡Vergüenza!