Breve análisis político del último barómetro del CIS

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[dropcap]C[/dropcap]on la incertidumbre que rodea a toda la sociedad española, e incluso internacional, resulta imprescindible el estudio de la opinión pública de la ciudadanía. Y por ello, es de vital importancia el análisis de los resultados del último barómetro (enero de 2016) del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

Hemos de tener en  cuenta que las encuestas de dicho barómetro fueron realizadas hace prácticamente un mes (del 2 al 11 de enero de 2016). Por lo tanto, la ciudadanía participante no ha tenido en cuenta varios hechos que han tenido lugar en las últimas semanas: la constitución de las Cortes Generales, los conflictos que surgieron a la hora de conformar los grupos parlamentarios, los últimos casos de corrupción, las ofertas de gobierno, los discursos de los líderes de distintos partidos políticos y su posicionamiento respecto a una futura investidura. Valoraremos las cuestiones de índole política de los avances de resultados del último barómetro del CIS en líneas generales.

El 42,1% considera mala la situación económica

Respecto a la situación económica, los encuestados no tienen una visión muy positiva: el 3,6% piensa que es buena; el 33,9% regular; el 42,1% mala; y el 19,8% muy mala. Comparando la situación económica con el mismo contexto de hace un año, el 52,2% piensa que es igual, mientras que el 20,2% piensa que es peor (frente al 25,5% que opina que ha mejorado). Y mirando al futuro, pensando en cómo será la situación económica del país dentro de un año, el 26,1% piensa que mejorará, el 40,3% que seguirá igual y el 11,9% que empeorará.

Sólo un 3,3% considera buena la situación política

Muy similares son los datos que tenemos sobre la situación política española, pues sólo un 3,3% la considera buena, frente al 23,2% que la estima regular, el 39,3%  mala y el 30,6% muy mala. Es mayor el porcentaje de aquellas personas que piensan que la situación política es peor que hace un año (35,2%) frente a los que creen que es mejor (11,5%). Por último, el 23,1% tiene un pensamiento esperanzador respecto al futuro político al creer que mejorará, en comparación con el 17,2% que piensa que empeorará.

El paro: la principal preocupación de los españoles

A continuación, frente a la pregunta sobre los principales problemas que existen en nuestro país, tenemos las siguientes preocupaciones en este orden: el paro; la corrupción y el fraude; los políticos en general, los partidos y la política; los problemas de índole económica; los problemas de índole social; la sanidad; la educación, entre otros.

Alberto Garzón el líder mejor valorado

Ante la valoración de los principales líderes políticos de España (con una puntuación que varía desde el 0, como “muy mal”, al 10, como “muy bien”), tenemos lo siguiente: Alberto Garzón (Izquierda Unida-Unidad Popular) es el político mejor valorado con una media de 4,68 (valorado por el 61,4% y siendo desconocido para el 25,4% de los encuestados). Pablo Iglesias (Podemos) tiene una nota media de 3,78 (valorado por el 91% y siendo desconocido para el 2,3%). El actual Presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy (Partido Popular), queda con un 3,08 (valorado por el 95,3% y siendo desconocido para el 0,4%). El Secretario General del PSOE, Pedro Sánchez, es valorado por el 90,8% y desconocido para el 3%, obteniendo una media de 3,75%. Y por último, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, consigue una media de 3,92%, con la valoración del 86,1% (es desconocido para el 6,5%).

Es muy importante la valoración del líder (aunque no significa que dicha valoración se traduzca necesariamente en más o menos votos). Siguiendo los esquemas de la comunicación política y el marketing electoral, ello nos ayuda también a saber y a comprender qué es lo que decide el voto,  sobre todo para entender de qué forma extrapolar y aprovechar dichas ventajas (o desventajas) a la hora de trazar una estrategia electoral.

La imagen del líder es uno de los aspectos más importantes en las campañas electorales. A menudo la imagen del líder se entremezcla con la percepción que tiene el electorado del partido político al que representa, pero también se ve afectado por el papel que juegan los medios de comunicación en la cobertura que ofrece de dichos actores políticos. Además, hay que tener en cuenta otras variables, como el contexto económico, las cuestiones o issues más importantes del debate público-político, la información de los electores sobre los programas electorales o propuestas de los partidos, etc.

Solo el 16,4% de los españoles siguieron con interés la campaña

Respecto al seguimiento de la campaña electoral de las elecciones generales del 20 de diciembre tenemos los siguientes datos: fue seguida con mucho interés por el 16,4%; con bastante interés por el 32,3%; ni con mucho ni con poco interés por el 10,9%; con poco interés por el 23,7%; y con ningún interés por el 16,4%.

Estos datos nos recuerdan la variedad de opiniones de los expertos e investigadores acerca de la importancia de las campañas electorales en la decisión del voto. Pese a ello, todavía hay un porcentaje considerable que decide si votar y cómo votar durante la campaña. De ahí que aún se destinen tantos fondos a la campaña electoral, donde el verdadero éxito reside en convencer a los abstencionistas e indecisos.

El PP volvería a ser el partido más votado

Por otro lado, preguntando sobre la intención de voto en caso de que se celebraran unas elecciones generales al Parlamento español, los encuestados responden de la siguiente manera: el 18,2% al PP, el 14,5% al PSOE, el 10,2% a Podemos, el 8,3% a Ciudadanos, el 3,1% a IU-UP. Respecto a los partidos de ámbito regional tendríamos que el 4,2% votaría a En Comú Podem, el 2,4% a Compromís-Podemos, el 2,6% a ERC, el 1,2% a Convergència (Democràcia i Llibertat), etcétera. El 10,1% no votaría, mientras que el 14,4% no tendría claro su voto (no lo sabe todavía).

Los españoles se auto-ubican mayoritariamente de centro-izquierda

A la hora de preguntar sobre la identificación ideológica, el 13,8% se considera conservador; el 4,9% demócrata cristiano; el 10,8% liberal; el 11,5% progresista; el 6,8% socialdemócrata; el 12,8% socialista; el 1,6% comunista; el 4,3% nacionalista; el 2% feminista; el 3,9% ecologista; el 6,7% apolítico, entre otras respuestas.

Y el grado de simpatía o cercanía a las ideas de los encuestados, además de la intención del voto de los principales partidos políticos, es el siguiente:

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A la hora de analizar la autoubicación ideológica, tenemos el siguiente gráfico:

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El 20,2% se sitúa en el centro, en comparación con los dos extremos: en la extrema izquierda el 5% y en la extrema derecha el 1,3%.  La mayor parte de los encuestados se sitúan en el centro-izquierda, ya que un porcentaje considerable también se sitúa en los puntos 3 (15,6%) y 4 (14,3%).

Teniendo en cuenta dicha autoubicación ideológica de las personas encuestadas, los principales partidos son ubicados en la escala ideológica de la siguiente forma:

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Es aquí donde entra en juego lo más importante para los partidos políticos: el modelo de competencia espacial del voto, donde el ciudadano se inclinará o votará al partido más cercano a su autoubicación ideológica (ubicando también al partido en la escala izquierda-derecha), es decir, al partido que más se acerque a su ideología.Si conocemos la ubicación ideológica de los votantes de los partidos políticos es más fácil saber, y entender, el modo  de actuar de todos los actores políticos, ya que podremos vislumbrar la estrategia con la que los partidos pretenden conseguir el voto de distintos segmentos del electorado.

Un 39,8% se inclina por la continuidad del modelo territorial actual

Conforme a la pregunta sobre las distintas alternativas de organización territorial del Estado en España, el 15,9% prefiere un Estado con un único Gobierno central sin autonomías; el 9,8% está a favor de un Estado en el que las comunidades autónomas tengan menor autonomía que en la actualidad; el 39,8% se inclina por un Estado como el actual; el 14,6% optan porque las comunidades autónomas tengan más autonómica que en la actualidad; y un 10,6% vería con buenos ojos un Estado en el que se reconociese a las comunidades autónomas la posibilidad de independizarse.

Por último, en cuanto a la acción política y recuerdo de voto de las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015, el 84,7% reconoce que fue a votar y votó; mientras que el 11,7% prefirió no votar. Y de ese porcentaje de personas que fue a votar, el 21,9% votó al Partido Popular; el 18,8% al PSOE; el 12,1% a Podemos; el 10,1% a Ciudadanos; el 4% a IU-UP; el 4,6% a En Comú Podem; el 3,1% a Compromís-Podemos; el 2,8% a ERC; el 2% a Convergència (Democràcia i Llibertat), el 1,9% a En Marea, entre otros.

Como breve conclusión, hemos de decir que sería interesante cruzar los datos y tablas para tener una información más completa de la opinión pública (lo cual realizaré más adelante). Así podremos saber, por ejemplo, cómo votan las personas en función de su valoración de la situación económica y política o si se cumple la afinidad ideológica en relación con la ubicación izquierda-derecha de los partidos políticos.

Ya es habitual la polémica con los resultados de los barómetros del CIS, pero es fundamental su análisis tanto para el correcto funcionamiento de los partidos políticos, para estrategias electorales y comunicación política permanente, así como para la mejora  de las instituciones públicas y de otros actores políticos.