Situada entre el río Arno y Piazza del Duomo y con una llamativa forma en L se encuentra en Florencia una de las plazas que más arte concentran en unos pocos metros cuadrados.

La Piazza della Signoria fue diseñada durante el Imperio Romano como un lugar de instalación termal. A medida que la Edad Media avanzaba las termas fueron desapareciendo y en su lugar aparecieron los artesanos de la ciudad. La plaza adoptó su forma actual a mediados del siglo XII y posteriormente fue adoquinada.

Siempre unida al poder civil la plaza fue testigo de ejecuciones públicas, de las cuales sobresale la de Girolamo Savonarola en el mismo lugar donde junto a sus discípulos había quemado numerosos objetos de lujo en la denominada “hoguera de las vanidades”. Una placa recuerda este acontecimiento frente a la Fuente de Neptuno.

Con el paso del tiempo distintas intervenciones fueron transformando la plaza en un increible museo al aire libre. Algo que no te esperas al entrar en la plaza y con lo que chocas de frente casi sin querer. Con solo poner un pie en la plaza uno se da cuenta de que dos ojos no son suficientes para prestar atención a todo lo que en ella se encuentra.

Palazzo Vecchio. Contruído en el siglo XIV
Palazzo Vecchio. Contruído en el siglo XIV | Fotografía: Ana Carballo Llovo

El elemento que vertebra la plaza es el Palazzo Vecchio. Construído  en el siglo XIV para dar una sede digna al «Prior de las artes» la cual desde el año 1282 tenía el gobierno de la ciudad. Lo más llamativo del edificio es su torre de 95 metros de altura denominada Torre di Arnolfo.

A los pies del palacio custodiándolo se encuentra  Marzocco, una de las esculturas más antiguas de la plaza, representa el león heráldico de la ciudad y fue esculpida por Donatello en 1420.

Flanqueando la puerta a un lado nos encontramos el David de Miguel Ángel en forma de réplica debido a su alto valor artístico; en el otro lado nos observan Hércules y Caco de Bandinelli. Sin duda unas imponentes custodios del palacio.

La Logia dei Lanzi es casi como una galería de arte pública, sus soportales albergan numerosas estatuas de distintos siglos pertenecientes a la colección de la familia Medicci. Entre ellas destacan El Rapto de las Sabinas de Giambologna o Perseo con la cabeza de Medusa de Cellini que representan el triunfo del bien sobre el mal y el símbolo de la victoria de los Médici en Florencia. Ambas fueron expresamente esculpidas para este lugar. Junto a ellas se encuentran un gran número de esculturas antiguas que anteriormente se encontraban en la romana Villa Médicis.

La plaza también tiene el honor de albergar la primera fuente pública de Florencia. La Fuente de Neptuno de Ammannati y sus alumnos, entre los cuales está Giambologna.  A pesar de todo el enorme Neptuno es repudiado por buena parte de los habitantes de Florencia.  Durante su inauguración en el año 1565 se llegaron a oír gritos en la plaza reprochando el gran gasto en mármol que había llevado tal ejecución.

Hércules y Saco | Fotografía: Ana Carballo Llovo
Hércules y Caco | Fotografía: Ana Carballo Llovo

Destaca también en el centro de la plaza y de forma exenta la estatua ecuestre de Cosme I obra del ya citado Giambologna.

Pero además de albergar tan enorme concentración de arte escultórico es habitual que en las noches de verano la plaza se llene de artistas locales que sin duda tienen un escenario inigualable.

 


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4 COMENTARIOS

  1. «[…]Durante su inauguración en el año 1565 se llegaron a oír gritos en la plaza reprochando el gran gasto en mármol que había llevado tal ejecución.» Hay cosas que no cambian, solo hay que oír lo que la gente opina de algunas obras públicas hoy en día. No obstante, Sigfried Giedion decía que la monumentalidad cubría la necesidad de la gente por el disfrute del lujo, y aunque desde las estructuras de poder político hace falta levantar edificios y monumentos que reflejen la simbología de un pueblo y sus aspiraciones como nación, creo, desde mi ignorancia, que tenemos que esperar bastante para superar la actual era de austeridad, funcionalidad y corrupción y entrar en otro periodo arquitectónico en España que sea políticamente inspirador.

  2. Ya desde la antigüedad se han construido edificios monumentales con el solo propósito de reflejar el poder y la importancia de una determinada cultura o incluso un determinado sistema de gobierno. Sin embargo hoy en día se recurre a construir lo que es necesario y de la forma más práctica y funcional posible. Creo que por una parte si se levantaran edificios públicos de una manera ostentosa la gente se echaría encima porque lo vería como una forma inútil de gastar el dinero de todos los ciudadanos, pero por otra parte pienso que estaría bien dejar de lado muchas veces la frialdad de los edificios públicos y rescatar cierto nivel de elegancia que poseían años atrás.
    Nos hemos acostumbrado a asociar la idea de moles grises y acristaladas con que siempre es lo más económico y muchas veces nos equivocamos. Caso aparte merecen ciertas ejecuciones públicas como monumentos de dudoso gusto y aún más dudoso presupuesto que para mi, por lo menos, no resultan nada inspiradores. Pero bueno, en el fondo como casi todo, la arquitectura también se rige por modas, así que es cuestión de ver como se evoluciona en el tiempo.

    • Pues yo no estoy de acuerdo. Hoy en día se siguen levantando edificios de manera ostentosa y sin motivación pública. Pongo un par de ejemplos: la ciudad de la justicia paralizada en Madrid y su enorme cúpula, el más que famoso aeropuerto de Castellón o las numerosas circunvalaciones y autopistas con un claro déficit de usuarios que lo único que aportan a la sociedad civil es un enorme agujero a las arcas públicas.

      • Estoy de acuerdo contigo en eso. Me refiero más bien a recuperar una estética mucho más cuidada que sin duda hoy en día ya no existe. Se gastan cantidades anormales de dinero en edificios que en ocasiones ni llegan a acabarse solo por capricho de unos pocos y sin ninguna razón coherente más allá de beneficiar a ciertos sectores. Y recalco una vez más que se asocia la idea de que se construye de una manera tan fría para ahorrar en costes cuando probablemente el presupuesto de por ejemplo, como tú dices, una autopista es más elevado que la construcción de un edificio con algo más de clase y belleza.

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